Declaración Universal de los Derechos Humanos (III).- Perladealdriatico
Fecha Wednesday, 07 September 2011
Tema 070. Costumbres y Praxis


Artículo 3
Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.

Corto artículo para tan largo contenido.

Derecho a la vida. Ciertamente es el mayor y mejor derecho de toda persona. El derecho a vivir.
Pensemos en la palabra vida. Importante esfuerzo el que realizan muchos fieles del opus en preservar el derecho a la vida de los no nacidos. Diría que envidiable y encomiable. Realmente el aborto es como una lacra de la sociedad. Y, siendo cierto este gran empeño para que una nueva vida vea la luz, ¿por qué no poner al menos el mismo empeño en que la persona nacida sea atendida de forma individualizada, como persona irrepetible que es hecha a imagen y semejanza de Dios? ¿Por qué en muchas famílias de supernumerarios la educación de los hijos es algo que llevan a cabo más los hermanos que los padres? ¿Por qué los padres dedican tan poco tiempo a sus hijos? ¿Por qué llevar a los hijos tantas horas a los clubs al salir del colegio? Y los fines de semana, ¿por qué tenerlos siempre ocupados con actividades? ¿Acaso la presencia de los hijos en casa es algo molesto?...



Días estos en los que la mayoría de las madres (pero la totalidad de las opusinas) sueltan la frase: “Suerte que empiezan los colegios, porqué tantos niños en casa no se pueden aguantar “Ya tengo ganas de volver a la normalidad”. Como si la normalidad familiar fuera el colegio de los niños y no la alegre convivencia en el hogar. Así crecen hijos que apenas conocen a sus padres ya que la mayoría de su infancia y juventud se la pasan en clubs. Sólo una cosa es necesaria: el amor a Dios.

Otro aspecto de la vida es la privacidad. ¿Alguno de los miembros del opus tiene vida privada? En el plano material pocas cosas pueden tener alguna privacidad y en el espiritual casi ninguna pues existe el dirigismo. En el plano familiar sólo existen relaciones interesadas de una familia con otras para el llamado apostolado, sea el de la vocación o el del bolsillo. En el plano social no se puede frecuentar cualquier ambiente. En el profesional, teóricamente existiría libertad, pero incluso ahí hay influencia de los superiores si estos pertenecen al opus. La jerarquía laboral impone que quien manda ponga requisitos para prosperar en la profesión, y entre estos requisitos hay los de contribuir económicamente y también los de la presencia personal i/o asistencia a determinados medios de formación. Y esta es la vida de bastantes personas.

Pero quizá la mayor utopía del Opus es el falso reclamo de libertad. Todo miembro ha empezado en la Obra como alquien que ha entrado invitado por quien ya le ha propuesto hasta la “categoría”. “…Hemos visto que el Señor te llama para numerario/a, agregado/a, supernumerario/a…” No existe pues la libertad para poder pensar ¿para qué me llama a mi Dios? ¿Cuál es mi camino? Libertad que también han menguado y hasta eliminado en el caso de las numerarias auxiliares, llamadas a ser servidoras de numerarios/as, sin un futuro cambiable, y con la perspectiva de pasarse la vida haciendo siempre las mismas cosas, pero no porque ellas quieran, sino porqué lo impone la Obra. Falta de libertad profesional que impregna cualquier capa o categoría. Falta de libertad vocacional. ¿Cuántos de los sacerdotes ordenados tienen verdadera vocación? ¿Cuántos numerarios trabajando en cargos internos desean realmente este trabajo? ¿Para qué pues esta carrera civil? Libertad en las amistades, en los gastos, en las actividades sociales, familiares, en las actividades de ocio o culturales. Libertad para decir la verdad. No. Ninguna de estas elementales libertades existe. Y es que en la Obra la acostumbrada “norma” de la mentira no puede llevar a otra cosa que a la falta de libertad.

Y qué decir de la seguridad. Toda persona debería sentirse segura. Pero quién puede sentirse seguro en una mal llamada familia en donde abunda la crítica, la extrema e indebida corrección a trivialidades. Quien puede sentirse seguro ante un inoportuno aviso que reza: “…hemos visto que ya no tienes vocación…” ¿Qué seguridad física puede tener quien debería cuidar de su salud pero la malgasta a lo grande? ¿Qué seguridad psíquica tiene quien ha sido sometido a un bombardeo de humillaciones que en nada refuerzan su ego? ¿Qué seguridad tiene quien busca las agujas del reloj cuando eleva su pregaria al Supremo?

La Obra crea personas que en el entorno interior parecen seguras e incluso se permiten alardear de ciertas prácticas poco cristianas, tales como la verborrea y la emisión de numerosos tacos, que poco indican acerca de la capacidad de interiorizar y de paz interna de quien las practica; pero en realidad son personas tremendamente inseguras que, fuera del entorno opusino se pierden, pues jamás han vivido realmente en medio del mundo. ¿Saben como se llama esto? Manipulación.

Declaración Universal de los Derechos Humanos: http://www.un.org/es/documents/udhr/

Perladeladriatico

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