Sobre las críticas mordaces a la JMJ y a la Cosa.- Fletcherchristian
Fecha Monday, 05 September 2011
Tema 040. Después de marcharse


Me llama mucho la atención este "síndrome de Estocolmo" colectivo que parecéis mostrar cuando relacionáis la Cosa con la JMJ. Que nadie se me ofenda, pero parece como si os sentara mal que les hubieran encargado a curas y numerarios la organización del acto. Entiendo que a alguno le fastidie como pequeña venganza personal (ya que a todos, incluido a mí, nos gustaría que la Cosa se quedara al margen de todo o que desapareciera), pero creo sinceramente que a nadie debería molestarle. ¿Por qué no lo pensáis al revés? Ya que no aportan gente en multitudes, por lo menos que unos pocos hagan lo que saben hacer: organizar. Se ha contado con muchas curas y numerarios, ¿y qué? Lo que mueve la JMJ no es la organización, digamos, estructural, sino la animación de la inmensa cantidad de chavales inscritos en cientos de parroquias y movimientos...



Creo que muchos de vosotros (no quiero ofender a nadie) habéis perdido la perspectiva porque no parece que estéis metidos en la vida de la Iglesia del día a día. La verdad es que quienes han movido la JMJ en el mundo han sido las diócesis y, todo hay que decirlo, especialmente en España, y no los movimientos, aunque los kikos y CyL han hecho un esfuerzo titánico. Los que tratamos con las diócesis lo sabemos de primera mano. Cuando los párrocos (ellos sabrán por qué) no se han movido, de esa parroquia no ha ido nadie o ha tenido que ir con otra parroquia. Esta es la realidad y lo demás son cuentos y ensoñaciones.

Si no han citado a la Cosa entre los movimientos ya sabemos que es por la soberbia colectiva de considerarse por encima de ese invento. Se acabó la discusión. Allá ellos y su pretendido status especial. Si solo aportan Granda, las cocineras del Papa y el arquitecto que se cree un genio (y algo de razón tiene), bien poco es comparado con la enorme gracia que supone para los chavales de todo el mundo palpar la universalidad de la Iglesia y la movilización de parroquias en todo el mundo donde la Cosa no se nombra en todo el año.

Me parece que estáis muy equivocados queriendo descalificar la JMJ porque la Cosa ha ayudado materialmente (no llegan a más los pobrecillos), con eso solo demostráis que la Cosa tiene igual de poder sobre vuestras mentes ahora que antes. Sé que os molestará a algunos que os diga esto, pero creo mi obligación decirlo. Si los que aquí escriben con esa rabia contra la JMJ creen que hacen justicia están muy equivocados, lo único que demuestran es que no tienen ni idea, primero, del espíritu de comunión que hay por detrás y, segundo, del encuentro apostólico (puertas adentro) que supone para todos aquellos que, como la Cosa pero en el lado opuesto, se creen también los superguays de la Iglesia.

Alguien ha llegado a preguntarse dónde estarán estos jóvenes dentro de 10 años. Pues como todo en esta vida, ¿dónde vas a estar tú? Lo que sí puedo aportar es que del total de sacerdotes que participó en la JMJ el 20% aproximadamente reconoce que tomó la decisión de serlo durante alguna Jornada anterior (y no me refiero a los de la Cosa) y por eso repitieron. Yo (y mi mujer) estuve en Santiago hace veinte años y ahora ayudé a montar esta. Esto es lo que te puedo decir. Instalarse en la sospecha dando por hecho que esto es un fuego fatuo no me parece una postura intelectualmente razonable y menos aún para un cristiano que sabe que la Gracia no depende de nuestros méritos.

Todos esos que además critican que se haya hecho en España y no en otro sitio de Europa demuestran que no tienen ni pizca de idea de dónde se organizó en años anteriores. Antes de criticar hay que informarse.

Me da pena (lo digo en serio) ver que aquí escribe mucha gente que en realidad son ex-algo solo por fuera, nominalmente, pero no en sus cabezas y menos en sus espíritus. Tal vez escribir aquí y poner por escrito todo lo que piensan les venga bien y les animo a ello, pero, repito, como bien sabe la psiquiatría, la crítica continua (o mordaz) lleva implícita una frustración interior que la persona no ha superado. Os animo a ser objetivos y a desprenderos definitivamente del peso de la Cosa en vuestras vidas. El día que sepáis distinguir sus límites de acción, su pobreza (espiritual) y sus posibles fortalezas sin que el ánimo se os exalte, entonces, y solo entonces, seréis libres de espíritu y por fin os podréis llamar exnumerarios, exsupernumerarios, exagregados o lo que sea que queráis ser. Os digo una cosa: yo no me considero exsupernumerario. Yo no SOY un exsupernumerario, eso sería poner mi vida actual en relación al HABER SIDO parte del Opus Dei, simplemente FUI supernumerario y ahora NO lo SOY, ahora SOY "otra" categoría que no se define por su filiación a la Cosa. Como sé que todos habéis recibido formación filosófica suficiente no me explayo en el tema del ser, porque ya sabéis qué implica. Leyendo muchos de los mensajes que se han publicado en los últimos días da la impresión de que hay muchos que SON ex-algo, o sea que se definen a sí mismos en función de su anterior pertenencia a la Cosa y que de esa trampa psicológica no pueden (no saben cómo) salir y por eso prefieren instalarse en un escepticismo estéril con respecto a todo lo que algún miembro de la Cosa, en cualquier esfera, haya tocado.

Os envío un muy fuerte abrazo, totalmente despegado de la Cosa.

Fletcher







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