Centro de estudios.- Perladeladriatico
Fecha Monday, 05 September 2011
Tema 010. Testimonios


Gracias NATAN por tu relato. Todo lo que tu nos cuentas en tu escrito, fruto del sueño que has tenido, fue real en su momento. Este sueño empezó en la etapa del centro de estudios, en donde no teníamos ni idea de lo que nos esperaba, pues allí debíamos andar todos al mismo paso. Como si de una compañía militar se tratara. Tanto en el plano espiritual como en el material. El nivel en el que nos encontráramos, debíamos abandonarlo para pasar a otro regido y medido por la métrica opusina.

Yo tengo un sueño en el que quiero irme a casa y abrazar a mis padres, a mis hermanos, en el que quiero librarme de tener que contraer la musculatura facial para entonar una postiza sonrisa. Sueño que quiero descansar para lograr algo de la recuperación que se merece mi cuerpo. Sueño que no quiero oir la repetición enésima de una corrección fraterna por no arrinconar unos milímetros más una silla. Sueño que no quiero mentir al hablar por teléfono con mis padres. Sueño que quiero pasear cuando salgo de las clases en la universidad, por dónde me plazca y duranto el rato que me apetezca. Sueño que quiero rezar a mi Dios, a Dios. No a su Dios, pues éste no es el mismo que el mio, que el que adoré de pequeño y al que ahora han desvirtuado. Sueño que no quiero seguir con la idolatría que se brinda al fundador, pues como humano que fue, tenía imperfecciones. Sueño que quiero amar al Señor como yo sé hacerlo y del modo que me dicta el corazón en cada momento. Sueño que este amor brota de mi corazón no cuando “ellos” me obligan, sino cuando lo abro al amor. Sueño que quiero compartir mis angustias y mis alegrías con mis compañeros. Sueño que quiero hablar con quien me plazca y no con quien me manden. Sueño que quiero dejar de mentir a mi familia. Sueño con unas enormes ganas de decirle al director que mis padres tienen la razón cuando dicen que ellos sí que me conocen y no él. Quiero que el director que me ha tocado se calle y deje de decirme que “… nuestro padre ya lo había pensado así…” Sueño que en algún rincón de aquel macabro edificio encuentro algo de amor porque yo, en tanto que yo mismo, antes era amor y ahora me están arrancando este amor. Sueño como no me daba cuenta de esta amputación del amor.

Sueño que Dios nos quiere como somos, cada uno con nuestras individualidades. Dios no nos quiere como dice que seamos nuestro director en el centro de estudios. Sueño que me levanto del sofá en una tertulia diciendo: “basta ya”. El director (los directores por extensión) sois unos manipuladores. Sólo queréis personas acuñadas con el opusdeismo. No queréis personas libres. No os importa si somos personas que amamos, que rezamos, queréis clones repetitivos. ¡Basta ya de hacernos tanto daño a todos! Deberíamos haceros las correcciones fraternas nosotros a vosotros, señores directores. Nosotros somos humildes. Vaya, lo éramos. Las víctimas somos nosotros.

Hemos venido engañados. Pensábamos que se trataba de estudiar una carrera y de vivir en un “hogar” cristiano. Pero eso, … eso era utopía. Un centro de estudios es lo menos parecido a un hogar cristiano. Sueño que ya no tengo esa sensación de impotencia, de rabia. Sueño que pienso por mi mismo y actúo libremente. Sueño que puedo querer a Dios tal como soy. Eso es lo que Él quiere. Sueño con que NADIE más tenga que pasar por esto.

Si me animo sacaré mis cosas de la mochila y os contaré mi experiencia en el Centro de Estudios.

Perladeladriatico









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