Hola,

Me parece bastante pertinente la discusión sobre la JMJ y la participación de distintos grupos cristianos en esta jornada.

Yo estoy con el análisis que hace Austral, que creo que está bastante en la onda de los últimos comentarios de Ana Azanza y Dionisio, aunque no traten sobre la misma situación. Vaya por delante que me parece fantástico que haya un millón de jóvenes que se movilicen por algo constructivo, pero me gustaría ver cuántos de ellos siguen en esa onda dentro de 10 años, simplemente.

Para mí, esa jornada es lo que plantea Austral: una exhibición de fuerza de la Iglesia católica, un día del orgullo católico. No es de extrañar que esto se haga así y que se haga en España. Al fin y al cabo, desde el pontificado de JPII se entiende la evangelización como reconquista del terreno perdido en Europa, de restauración del statu quo de la iglesia. La han tomado con España como tierra del laicismo, la mala vida, etc., etc. Y porque saben que aquí la iglesia católica tiene manga ancha para organizar, hacer y decir lo que quiera. Ese acto podían haberlo organizado perfectamente en otro país europeo, pero "casualmente" no se ha hecho en Francia (país laicista constitucionalmente) o en Alemania (diálogo con luteranos) o en la santa Italia, pero nos ha tocado a nosotros esa suerte.

La Iglesia ha llamado a rebate a todos los grupos habidos y por haber. Dentro de esta dinámica, los grupos conocidos como "nuevos movimientos" se han mostrado siempre mucho más dispuestos a las directivas vaticanas que las órdenes religiosas, mucho más proclives a ir a su aire. Por ejemplo, cuando la visita de JPII por primera vez a España, en mi colegio (Jesuitas) no se organizó ninguna excursión, y eso que vino a Loyola, nada menos. El que pueda, que lo explique. De ahí que, aunque las órdenes hayan participado, la visibilidad de los grupos haya sido mayor. Si el Opus ha figurado con su nombre o no, seguro que tiene algo que ver con algún razonamiento tortuoso de los que se han mencionado aquí, pero desde luego habrá puesto toda la carne en el asador, al menos para no quedar mal.

Por qué el vaticano hace lo que hace, no corrige lo que tiene que corregir, sigue nombrando obispos del Opus, es algo como dice Dionisio que queda en su conciencia. Por ejemplo, me parece de risa que las correcciones que les hacen a los kikos sean sobre la liturgia (que si están alrededor del altar, que si cogen todos la Hostia, etc...) como si no fuera más grave el inducir vocaciones sacerdotales a los 16 años o presionar a la gente para tener 12 hijos. A mí no me quita la fe en la iglesia como pueblo de Dios, pero sí que me hace desconfiar bastante de los que la gobiernan.

En fin, que Dios os guarde

Ramón