MEDIDAS PRÁCTICAS PARA LAS ADSCRITAS

QUE SERÁN TAMBIÉN ÚTILES A LAS PITABLES,  A LAS MAYORES EN LA OBRA,  Y HASTA A LAS MISMÍSIMAS DIRECTORAS

Queridas adscritas:

(Me entran ganas de llamaros: mis muy queridas adscritillas. Es que el otro día topé con la foto que me hice el día que salí de casa de mis padres con toda la familia, y se me llenaron los ojos de lágrimas. ¡Maldito secuestro el de mi vida!

Vosotras, al entrar en ésta página habéis tenido y tenéis la oportunidad de leer nuestros testimonios y los documentos en los que queda patente la diferencia abismal entre lo que la obra dice que es y lo que es realmente. Entre lo que os ofrecieron al pitar, y entre lo que os exigirán después. Yo os hago una propuesta muy razonable aunque nada usual. Si la lleváis a la práctica, a la vista de los resultados podréis decidir con mayor conocimiento y libertad sobre vuestro camino a tomar...

1. - De la misma manera que habéis pedido opinión en ésta pagina, pedirla también, es vuestro deber, a aquellas personas que os quieren. Padres, algún hermano mayor, un sacerdote amigo de la familia, vuestro párroco o el del colegio si era de monjas… En fin, a quien veáis razonable, que os conozca y en quien tengáis confianza.

2. - Cuando se acerque vuestra próxima incorporación a la obra, advertirle a la directora que le pediréis que os entregue un documento firmado por el Sacerdote secretario de la Región que acredite vuestra pertenencia a la Prelatura y los compromisos explícitos que adquiriréis con esa incorporación. Os quedaréis con el original, no con la copia. Y que hasta que no hayáis visto el citado documento, no haréis la incorporación.

3. - Que unas fechas antes, pidáis para leerlos y estudiarlos, los estatutos de la Prelatura. No sé cual será la respuesta, de cualquier manera, decid que os queda claro que:

- No tenéis obligación de hacer la charla fraterna.

- No tenéis por qué confesaros con el sacerdote del centro, y tampoco es necesario que sea de la Obra.

- El dinero fruto de vuestro trabajo, lo administraréis como en conciencia creáis debéis hacerlo, ayudando a los apostolados de la Obra, cubriendo las necesidades propias y las de vuestra familia.

- Que los dictámenes de vuestra conciencia estarán siempre por encima de las indicaciones de los directores y especialmente cuidadosas seréis en todo lo que concierne a la virtud de la caridad, ya que es la primera de las virtudes.

4. - Que de la misma forma que cuando la secretaria os entrega un dinero de la caja del centro os hace firmar, vosotras lo haréis de la misma manera: al entregar la mensualidad si vivís en un centro y pagan vuestros padres, o lo que entregáis fruto de unas clases particulares u otro trabajo, etc…os rellenarán un documento que refleje la cantidad que entregáis a la Prelatura, el motivo, la firma y fecha de la persona que lo recibe, y el sello del centro. Y los iréis archivando con orden. El motivo no es otro que la mentalidad laical y la responsabilidad en vuestro control económico.

5. – Que cuando os encomienden un encargo apostólico que vaya más allá del propio de la Obra (apostolado de amistad y confidencia, entre los colegas e iguales) que sea de cierta envergadura y en el que de manera continuada vais a emplear un tiempo y esfuerzo, exigiréis la adecuada retribución económica.

6. - Que no vais a consentir que nadie se intrometa en vuestros estudios o trabajo. Que pediréis su opinión, como a otras personas de confianza, pero que la decisión será vuestra, y que suponéis que las conveniencias de la obra estarán siempre supeditadas a las de las personas.

Que para formaros, leeréis lo que en conciencia creáis que debéis leer, sin temor a comunicarlo y ser reprendidas, y emplearéis en ello todo el tiempo que necesitéis, no sustituyendo esta obligación por encargos apostólicos o materiales, ya que éstos no son el medio de vuestra santificación. (Aunque por supuesto, no os negaréis a tenerlos ni a estar disponible).

Y que tendréis absoluta libertad de decisión en lo relacionado con vuestro trabajo, ya que según el espíritu de la Obra debéis actuar con plena libertad, y que así lo haréis también si os pidieran que ocupéis un puesto de trabajo en una obra corporativa o labor personal.

Y que si la Obra os pide una dedicación plena a trabajos internos, bien sean de dirección, como oficiales, como administradoras, etc… tendréis que acordar unas condiciones laborales adecuadas donde el Opus Dei Región de España (o de la Región a la que pertenecéis) sea el contratante, pues esa es la única realidad, ya que lo hacéis en virtud de la Obediencia y el fruto de vuestro trabajo es para la obra.

Bueno, creo que es un poco pronto para hablar de esto, pero del centro de estudios se sale enseguida y es bueno tenerlo claro, también por si surgiera el tema en la conversación previa a la incorporación correspondiente que tendréis con una directora de la delegación y su testigo.

Y que no es que seas del movimiento de los indignados, solamente quieres asegurarte de que podrás vivir el verdadero espíritu cristiano, a través del Opus Dei con libertad, sin que nadie te lo dificulte, impida o manipule.

Os quiero mucho, adscritillas.

Escuchar a Dios dentro de vuestro corazón y que Él reparta suerte,

Fueraborda.