Hola, es la primera vez que escribo y quería aportar algunas reflexiones para ver qué opináis. 

Hace tiempo que me ha llamado la atención y me he cuestionado algunas actuaciones del Prelado: en primer lugar cuando se le acerca gente para saludarle con toda la ilusión del mundo, apenas les dedica unos segundos y nunca las mira cuando le hablan, ni se detiene para interesarse realmente por lo que esas personas le puedan decir. Si veis fotos lo comprobareis, está saludando pero mirando ya al siguiente. Qué forma tan distinta tiene de acercarse a la gente a como lo hacía Juan Pablo II o Benedicto XVI. Me gustaría saber por qué trata así a sus hijos e hijas. Me gustaría que se comportara como un Padre y un Pastor al que le interesamos y que quizá no nos volverá a ver en otra ocasión. 

Otra cosa que me deja mal es cuando ha visitado a enfermos en la clínica y se le ha acercado alguno diciéndole que ofrece todos sus dolores y su vida (algunos enfermos muy graves) por su persona y sus intenciones apenas le ha dedicado también unos segundos. Me parece muy fuerte ya que son personas que al poco tiempo han muerto.

Cuando ha habido tertulias, algunos hijos suyos le han hecho regalos muy valiosos y queridos por algún familiar que los ha donado y cuando han preguntado dónde han ido a parar, en qué país o centro están, nadie sabe nada. Qué raro ¿no?

En esas tertulias o encuentros a veces se le ve muy cansado, como ido y otras veces, cuestión de pocas horas, está con mucha vitalidad y parece otro. Esto lo comentamos muy a menudo.

Si me podéis explicar estas cosas que me desconciertan os lo agradecería. Seguiré haciendo preguntas en otra ocasión.

Unomas