En la convivencia de vicarios de diciembre pasado en Roma, se avisó, hasta donde sé, que no puede haber informes de conciencia por escrito, ni intromisiones de directores con preguntas directas al interesado sobre su intimidad, por tanto, quedó al descubierto la necesidad de inducir la comunicación de esas cuestiones, preguntando al interesado si no le importa que, "para orientarle mejor", se consulte su caso a los directores, o bien, exhortando y recalcando a la gente en los medios de formación, que debe hablar voluntaria o espontáneamente de todo.

En distintos Centros, de distintas ciudades, de distintas Delegaciones de distintas Regiones, según dicen varios numerarios mayores, se ha dado un círculo a numerarios y agregados, con frecuencia por alguien de la Delegación, insistiendo "en el modo de hacer la charla fraterna o confidencia o dirección espiritual":

1) hablar del modo de hacer la oración, y especialmente de:

2) los propósitos, afectos e inspiraciones que en ella aparecen;

3) las preocupaciones, tristezas y alegrías que se tienen en la vida;

4) fe, pureza y vocación siendo salvajemente sinceros, todo ello como se indica en Cuadernos 3, cap. 17.

Sería interesante y provechoso que de cada país o Región que alguien pueda comprobar o atestiguar que se ha hecho esto, que nos escriba simplemente diciéndolo: bastan dos o tres renglones.

Se deja a los lectores, el comentario y el juicio que les merezca la noticia.

Salud