Querida Vampi:

Hace tiempo que estoy dándole vueltas a lo que nos has contado. Si no estoy confundido, cosa que me ocurre más a menudo de lo que me gustaría, has mencionado algo de una casa que sería una propiedad familiar, pero que dependes de esa casa para mantener a tu familia. Que el lado oscuro le ha echado el ojo a esa casa (debe ser bonita y valiosa) y está utilizando a tu madre y a tu hermana (eso no lo entendí muy bien) para quedarse con ella sin importar el perjuicio que eso te cause. No tengo claro si tu padre tiene alguna parte en esa propiedad.

No quiero presumir de experiencia que no tengo, pero la poca que tengo me dice que las propiedades familiares son fuentes inagotables de problemas y dolores de cabeza. No es raro que una familia normal acabe experimentando tensiones muy desagradables, ni es raro que acaben mal, peleando y pleiteando por lo que con todo amor les dejaron los abuelos o los padres. Los negocios familiares, por ejemplo, son una auténtica mina de conflictos muy lamentables.  Pues si esta realidad es de por sí compleja, delicada y espinosa, cuando el lado oscuro mete la uñas la situación puede superar la imaginación del novelista más creativo.

No soy consciente de que nos los hayas pedido, pero me voy a meter en la arriesgada actividad de dar consejos que no me han solicitado. Perdona el atrevimiento.  La información que das es muy limitada. No te pido que expongas esa información, porque no tengo curiosidad y porque no debes correr ningún riesgo con esta gente. La mejor sugerencia que te puedo dar y además es urgente es corre a buscar un abogado. Asegúrate que no esté relacionado con el lado oscuro. No te importe el gasto, pues si no lo haces puedes perder mucho más. Haz lo que te diga, aunque creas que vas a dar un disgusto a tu madre. Si hay leyes que te protegen úsalas y si tu madre no te comprende, acepta que no te comprenda, compréndela tú a ella y defiende tu patrimonio, con el que das de comer a tus hijos. En estas cosas se aplica muy bien el refrán de que más vale ponerse una vez colorado que cien veces amarillo. Si tienes que enfrentar a tu madre, hazlo, con mucho respeto, con mucho amor, y con mucha firmeza. Por lo que cuentas, parece que tu madre necesita entender que hay límites que no debe traspasar, eso no se lo van a enseñar en el lado oscuro, por lo tanto vas a tener que explicárselo tú. Recuerda que tienes muchos deberes hacia tu madre, pero el deber de estar sometida a sus deseos (inducidos o no por el lado oscuro) no está incluido en la lista. Esto puede ser muy difícil para una andaluza, pero si no lo haces tendrás que ponerte amarilla muchas veces en la vida.

Perdóname si digo incongruencias. Tú eres muy lista y conoces mejor la situación. Si te digo algo es porque tu historia me ha impresionado mucho. Si lo que te digo te ayuda, gracias a Dios. Si no te sirve, piensa que lo he hecho con la mejor intención de ayudar y no me hagas caso.

Yo hago lo mejor que puedo para mantenerme fresquito en este calor sofocante, pero eso no me impide mandaros a todos un caluroso abrazo desde el Areópago.

Dionisio