Quedemos como amigos. Comentario a freesoul.- Dionisio
Fecha Wednesday, 17 August 2011
Tema 020. Irse de la Obra


Querido freesoul y amigos:

Cuentas que te sentiste ofendido porque alguien te dijo que si saliste del lado oscuro sin que te pusieran obstáculos se debía a que no les interesabas. No creo haber sido yo quien te respondió, pero pude haberlo sido perfectamente, porque eso es exactamente lo que pienso. Por lo tanto, en lo que a mi concierne, te pido disculpas, ya que la idea no era ofenderte, ni a ti ni a nadie, sino abrirte los ojos.

Déjame que te lo explique con una metáfora...



Un hombre se vio abandonado por su pareja. Ella le dijo que aquí se acabó lo nuestro y cada cual siga su camino. Este hombre estaba devastado, no entendía qué había pasado con el amor que se tenían. Algunos amigos le decían que así son las mujeres, mudables y volátiles: un día te quieren y al día siguiente se van. De entre los amigos surgió uno que le dijo: “Todos estos creen que te están consolando y haciendo un favor ocultándote la verdad, pero yo te la voy a decir. La verdad es que esa mujer nunca te quiso. Eso era obvio para todos menos para ti, que estabas enamorado. Nadie te dijo nada, porque el que se mete en esos negocios sale mal parado, pero ahora que te ha dejado, tienes que saber lo que todos saben. Te utilizó, te manipuló, te sacó todo lo que pudo y como ya no le servías para más y estabas consultando a un siquiatra, te dejó sin el menor sentimiento, porque nunca te ha querido. Si te digo esto no es para echar sal en la herida o para derrumbarte sino para que reacciones, que sepas que no has fallado en nada, que has sido un ingenuo estafado por una vividora, para que, si puedes, recuperes lo que te ha quitado, ya que no le debes nada, y para que no se te ocurra ni invitarla a un café si tienes la mala suerte de volverla a encontrar, y para que no te dejes engatusar otra vez. Eso porque soy un amigo. Lo siento”. Creo que la metáfora no necesita mucha explicación.

Recuerdo en estos momentos una salida amistosa peculiar. Es posible que haya contado ya esta historia, pero a los viejos se nos permite repetirnos. Llegué destinado a un nuevo centro como miembro del consejo local. Nada más llegar me asignan la formación de un adscrito (charlas, confidencia y formación diversa) que había pitado poco antes. No necesité hablar mucho con él para darme cuenta de que el pobre estaba como una cabra. Lo hablé con los otros y con el cura y me dijeron, que si bien era un chico con un carácter extraño, era muy entregado y apostólico, que posiblemente podría yo ayudar a que sus excentricidades fueran cada vez menores. Lo cierto era que había tal sequía de vocaciones que, para arreglar los números un poco, reclutaron a aquel buen chico (que era muy bueno) y no estaban muy dispuestos a darle la baja. Poco después vino otro director que se hizo cargo de él, para alivio mío. Debo reconocer que a veces parecía que realmente podría llegar a ser un numerario aceptable, con seguridad no peor que otros que llevaban muchos años de fidelidad; pero finalmente la realidad se hizo patente, por algún motivo sus excentricidades se salieron de cauce y no se vio forma de retenerlo. Se le convenció de que aquello no era lo suyo y que tranquilo, te puedes ir a tu casa. Eso lo dejó todavía más desorientado, porque el muchacho era admirable en su esfuerzo por obedecer, cumplir las normas y hacer apostolado. El pobre no entendía lo que pasaba. Finalmente alguien, creo que el cura, recurrió a la obediencia para convencerle de que se fuera porque así se lo decían los directores y eso lo aceptó. Recuerdo que incluso el director nos comentó en el consejo local que la familia había quedado agradecida e impresionada de lo bien que se había manejado la situación. Al cabo de unos meses, no pocos, el cura me dijo en una conversación que yo había estado en lo cierto. Bueno… pero le podríamos haber ahorrado muchos malos ratos al joven, a la familia, y a algunos otros.

No estoy insinuando con esto, querido freesoul, que estés como una cabra, ni tú ni nadie de los que han salido “fácilmente”. Alguno habrá, pero no es la regla general. El viernes, 16 de julio del 2006 escribí sobre este tema un pequeño comentario, que lo copio porque podría serte de utilidad.

“A pesar de lo que últimamente han contado algunos por aquí, sobre su marcha del lado oscuro sin perder sus magníficas relaciones allá adentro, eso en la realidad son excepciones. Verás, los del opus pueden ser lo que sean, pero idiotas, no. Te lo aseguro. Lo normal es tratar mal al que se va, para evitar que se vayan todos. Eso es lo normal. Cuando a alguno le tratan bien, caso de Nacho Fontes o de acahou que aparecieron en estos últimos días en esta página es por algo. Es porque les interesa. Las razones pueden ser muy variadas. Te cuento algunas de las que yo he conocido directamente.

1. El que se va es alguien que no interesa a la obra, por los motivos que sea: salud mental o corporal, ineptitud, etc. Entonces no hay problema, todo son sonrisas y palmaditas en la espalda. Un problema menos.

2. El que se va es alguien que tiene vínculos familiares o de algún otro tipo extraordinariamente importantes. No interesa ganarse enemigos poderosos, con lo cual el opus se va a portar muy caballerosamente. Tal puede ser el caso de que los padres de ese que se va sean personas que dan mucho dinero al lado oscuro. En ese caso se van a andar con mucho cuidadito en no hacer tonterías.

3. El que se va es una persona extraordinariamente relacionada con la jerarquía del opus. Por ejemplo, el caso de José María Escrivá, hijo del "tío Santiago", sobrino del Santo de los Santos. Este chico oí que pitó como numerario y luego oí que despitó. Estoy seguro de que no tuvo ningún problema.

Pueden haber otras razones que desconozca y que puedan ser completadas por otros orejas, pero estas son las que conozco”.

A esto que escribí en el 2006 añadiría yo ahora como otra razón para que te quiten de en medio sin dificultades el que te estés dando cuenta lo que pasa y que estés dando muestras de pensamiento independiente, y lo que es peor que te atrevas a criticar la estructura.

No quiero terminar sin volver a disculparme sinceramente (será con una cerveza si nos encontramos) por haberte dado motivos para que te sientas ofendido, y reiterar con júbilo que con facilidad o sin ella GRACIAS A DIOS, NOS FUIMOS. ¡Qué bien que se está afuera!

Un cálido y veraniego abrazo a todos.

Dionisio desde el Areópago







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