Estimados todos:

Tengo que compartir con vosotros esto: acabo de deshacerme de mi opusbiblioteca, opusfolleteca, opusdeuvedeteca, opushojainformativoteca, opusfolletos-arvo-teca,...

Tenía nada más y nada menos que 75 libros, sí, libros, no folletos: Vázquez de Prada, la edición crítica (sic), la edición del centenario, las tontunas de Gómez Pérez, las memorias de este, esta, aquel y yo que sé quién, los infumables de D. Javier, que nunca, aun con entusiasmo, fui capaz de terminar, los de las convivencias, biografías, pseudobiografías y demás...

Qué barbaridad. Si multiplicamos por cada supernumerario... no me extraña que sigan vivas las editoriales aunque no estén en apenas ninguna librería...

Pero no os vais a creer (¿o tal vez sí?) lo que me vino a la memoria mientras hacía limpieza, de verdad que tal cual lo recordé (y me entró la risa):

Libros: no los compres sin aconsejarte de personas cristianas, doctas y discretas. —Podrías comprar una cosa inútil o perjudicial.

¡Cuántas veces creen llevar debajo del brazo un libro... y llevan una carga de basura!

(Camino, 339)

Sin comentarios. Seguiré el consejo de sanjosemaría de ahora en adelante y me aconsejaré de personas cristianas, doctas y discretas y no de los tontunos de turno.

Para asegurarme de que no me equivocaba en ninguna palabra, encontré y copié la cita de internet... ¡ me di cuenta de que ya no disponía de ningún ejemplar para comprobar que la memoria no me fallaba, JA, JA, JA!

Un abrazo,

FletcherChristian