Carta a nuestr@ hij@ numerari@ (II) Menos de 72 horas en casa.- Diplomaticbag
Fecha Wednesday, 03 August 2011
Tema 030. Adolescentes y jóvenes


Hola hij@,

viniste a tu casa con buenas promesas para visitar a tu familia: “… vengo sólo con billete de ida…” “quiero que haya buen ambiente en casa…”. Sí, viniste. Estabas físicamente aquí, en tu casa, pero tu mente estaba lejos. No es culpa tuya. Tu te esforzabas pero algo te impedía estar aquí. Hasta ahora cuando nos visitabas había respuestas airadas, casi violentas, desacordes. Esta vez no fue así. Había en ti una rara sumisión, una extraña placidez en tu semblante y en tus respuestas. Nos lo temíamos pero no pensábamos que este momento llegara para ti. Pero como todo lo demás, llegó...



Llegó la negación de tu familia y la existencia de otra con lazos más fuertes. Llegaron las visitas a tu casa con una duración inferior a las 72 horas. No sabemos qué ocurriría si tu estancia se prolongara más allá de las 72 horas.

Viniste sin billete de vuelta para alegrarnos tu escasa estancia, pero el billete de vuelta lo compraste ya el primer dia. Debías marcharte en virtud de tus obligaciones en “tu casa”, en “tu centro”. Debías recoger tu habitación pues en ella debería dormir alguien más mientras tu estuvieras en tu “curso anual”. Y este trabajo de recoger tu habitación de ocupaba varios días. Pero todo ello, estaba disuelto en una especie de bálsamo desacostumbrado. Claro, había llegado tu momento en el inicio de tu vocación farmacológica.

No lo negaste, más bien decías y repetías: “…todo está bajo control…”

Ni a tu padre ni a tu madre pudiste explicarles qué tomabas. “…no os alarméis, todo está controlado…” y por eso tomabas un potente protector gástrico. A tu corta edad y ya con tranquilizantes. Ahora sabemos de esta extraña sumisión.

¿Cúal será el siguiente paso? Menos de 72 horas. No podías angustiarte pensando en qué debías recoger tu habitación y para este trabajo necesitabas más de dos días. Pero para estar con tu familia no hacen falta más de 72 horas. Es suficiente. Una odiosa pero real comparación de tiempos.

Píldoras para la perseverancia. Para no pensar o pensar poco, para reprimir tus espontáneas respuestas, para no quejarte. Para no ser tu mismo. Para seguir perdiendo tu yo.

diplomaticbag

<<Anterior>>







Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=18362