Opuslibros - Saludo a Marta.- Dany

Saludo a Marta

Estimada Marta:

El día de hoy (3 de junio), he leído varias veces el correo que mandaste. Me ha impresionado la claridad y objetividad con que expones tus ideas, dices: "Disculpad mi estilo y mis faltas, la verdad es que mi nivel de estudios es una de las carencias que intento superar", creo que has sido clara y majestuosamente convincente.

A ti y a todas las que son o fueron numerarias auxiliares quiero dales las gracias que nunca pude: por tantos y tantos servicios prestados mientras viví en los Centros de turno. Agradecer la limpieza, la comida, la ropa perfectamente planchada, las fiestas, sus desvelos, el cuidado que me dieron cuando se dieron cuenta que estaba enfermo, o cuando me festejaron mi cumpleaños 23 lejos de mi tierra y con comida típica de este mi país... gracias de verdad, por eso y por todo.

Os felicito (a ti y tu esposo) por ese séptimo hijo.

Sé lo que es vivir una depresión y pienso igual que tú: la depresión me ha ayudado más que entorpecido en mi vida, luego de casi 10 años de haber empezado la enfermedad y de más de 7 años de haber dejado la Obra luego de 11 años como numerario, aún debo tomar algunas pastillas con cierta periodicidad. Pero eso no me impide ser feliz y, como tu, no me impide darme cuenta que esos 11 años han forjado, en gran medida, lo que soy ahora.

Como tú, y como muchos otros que escriben en estas páginas (desafortunadamente no es lo mismo en otras experiencias, a los que damos todo nuestro apoyo), y muchos que ni escriben, agradecemos muchas cosas a la Obra. En mi caso me ha servido para luchar por ser mejor con todos, para defender la libertad que nunca supe que entregué y cunado lo supe ya estaba de salida, para ser buenas madres o buenos padres, para ser buenos cónyuges... en fin, ser mejores, pero no como esa imagen que se cuelga en la pared para que nadie pueda tocar: sólo admirar, sino como uno más en el salón.

Que también hubieron sus defectos y que todavía a la fecha se nos deja ver el estilo... pues ni modo; esos defectos debemos de vencer y cada día ser un poco, con muy poco alcanza, mejor.

Para unos la experiencia de la Obra fue fatal y la misma Institución es calificalificada de modo negativo, para otros la experiencia en la Obra (como para tí y para mi), fue enriquecedora y la Institución no merece calificativos negativos, sino que sólo tiene aspectos que se deben de corregir y métodos que se deben de cambiar. Eso quedará en la conciencia de cada quién.

Dices en un párrafo: "En cuanto a la gente de dentro que nos pueden haber hecho la vida imposible, creo que le corresponde a Otro juzgarlos. Yo desde luego ruego para que sea El y solo El quién me juzgue. ¿Quién puede tirar la primera piedra?", comparto contigo la opinión. Es clara y contundente. He aprendido a no tirar piedras a nadie, pues en su momento califiqué ciertos actos de ciertas personas como obras del diablo (aquí no me refiero a los de la Obra, solamente), luego que maduré supe que soy capaz, de verdad, de realizar todas las barbaridades que se pueden cometer en la vida. Así aprendí a ser comprensivo con todos y no sólo a un grupo de selectos amigos que piensan como uno.

Marta, aunque muchos no piensan como lo expresas, quiero que sepas que otros sí pensamos así, y por eso estamos en esta página que se habla de la Obra y de las experiencias de todos los que hemos pasado por ella.

Saludos a todas y a todos y para ti, Marta, mis respetos y nuevamente felicitarte por el séptimo.

Dany