Tu pregunta no es muy práctica, pero es un desafío interesante, que me ha puesto a pensar. De entrada, mi situación personal (casado con tres hijos) hace inviable volver a ser numerario. Como reflexión teórica, puedo plantearme si yo no estuviera casado y el opus me pidiera “perdón y penitencia” por sus abundantes barrabasadas, y si la Iglesia le hubiera dado un buen “meneo” al lado oscuro para meterlo en vereda, podría yo aceptar volver a ser numerario.  

Respuesta: Ni bajo los efectos de la más feroz borrachera volvería yo a esa situación, ni a ser supernumerario, ni cooperador, ni amigo, ni arrimado, ni… nada de nada. Por la sencilla razón de que la gente que está dirigiendo eso son incapaces de hacer un opus dei cristiano. No pueden. Ni siquiera saben lo que es ser cristiano. Soy consciente de lo fuerte que es decir esto, pero estoy convencido. No tengo nada que hacer con esas personas. Cuanto más lejos esté de ellos mucho mejor para mí.  

Otra cosa sería, si teóricamente, hipotéticamente, alguien, no sé quien, pero desde luego ninguno de los mamarrachos que dirigen ese lado oscuro, se planteara hacer un opus dei como el que yo visualicé cuando pité. Eso sí valía la pena. Pero los directores me engañaron, porque aquel opus dei no existía en otro sitio más que mi mente y la de algunos otros tan ingenuos y despistados como yo. Santificar el trabajo ordinario, iluminar los caminos de la tierra con la luminaria de la fe y del amor, vivir la libertad de los hijos de Dios… a eso es a lo que yo me apunté y seguramente me apuntaría otra vez. Ese opus dei está por fundar, Escribá fundó otra cosa, a la que yo no me habría apuntado ni loco si la hubiera entendido desde el principio.  

Con todo cariño un abrazo desde el Areópago, que este verano está demasiado caliente.

Dionisio.