Para Charlypitt:
Desde el instante en que dejé el opus, me sentí libre para hacer mi camino, con errores y aciertos, pero mi camino al fin y al cabo: siguiendo el dictado de mi conciencia, que no cambiará ni ante la "opinión" del papa. Ya no me fío de ninguna opinión en nombre de Dios (creo que ya le hemos tomado su nombre en vano demasiado). El haber sido numerario ha sido una buena experiencia para descubrir esto: ya sólo por eso valió la pena (a pesar de los pesares).
Un abrazo,
Jamupe