Yo cometí un delito.- Sirdan
Fecha Friday, 22 July 2011
Tema 010. Testimonios


            Sí, puedo confesarlo ahora, en primer lugar por que ya ha prescrito y creo que no puede tener consecuencias jurídicas adversas, en segundo lugar, valga como excusa moral, porque en el momento de cometerlo, no tenía la más pajolera idea de lo que estaba haciendo. Aunque parezca mentira, no me pongo colorado al decirlo, pese a que cuando lo cometí era estudiante de derecho, no supe dar trascendencia jurídica a aquellos hechos.

 

            España, finales de los años 70, semestre de verano, nos llaman a Dirección para darnos nuestros destinos después del Centro de Estudios. A mí me toca ir a una ciudad apartada de donde estaba para atender un club de bachilleres. El problema era que había que pedir el ingreso en otra Universidad y el traslado no era fácil. Mi familia, la de verdad, la de sangre, no se trasladaba y no había motivo para que me concedieran el cambio de Universidad. No había problema, los que íbamos  a ser trasladados a esa provincia, debíamos dejar el semestre unos días (pleno mes de Agosto), acudir a la Residencia Universitaria de la capital y esperar instrucciones. Así lo hicimos, fuimos dos días con nuestro carnet de identidad y lo dejamos en Dirección. A los dos días de llegar fuimos a un sitio, no sé identificarlo, acompañados de un  director y firmamos unos contratos de trabajo que fueron registrados en el INEM. La empresa no la menciono por discreción, pero no sé  a qué se dedicaba. Con ese contrato pedí el cambio de domicilio y traslado de expediente que naturalmente me fue concedido. Al cabo de unos meses me dieron de baja en la empresa, no sé si por despido o por no superar el periodo de prueba, nada me dijeron. Al parecer la empresa era de un supernumerario que se prestaba a ello para el bien de las almas.

 

            Hoy me ha llegado una vez más mi vida laboral y aparece ese exiguo tiempo como cotizado. A partir de eso he tenido número de la seguridad social que me ha seguido en los futuros contratos de trabajo. Puede que en un futuro ese tiempo sea decisivo para calcular mi pensión de jubilación, viudedad de mi esposa o incapacidad (Dios no lo quiera). Pero ese tiempo es ficticio. Puede ser el mismo delito por el que se ha condenado a la madre de la Campanario por ejemplo, (para los no españoles un personaje de la prensa del hígado). Existe fraude a la seguridad social, a la Hacienda Pública y falsificación de documentos. Existe fraude ante las autoridades Académicas para conseguir un traslado de expediente en aquel entonces ilegal.

 

            Desde luego los que cometimos el delito fuimos aquel buen supernumerario y un servidor, pero es obvio que aquello era inducido y preparado por la Cosa, que lo hacia con la más normal naturalidad programando un sin fin de delitos en masa. ¿Qué hubiera pasado si nos hubieran pillado? ¿Quién se habría hecho cargo de las funestas consecuencias?. Piénsese por ejemplo las trabas para acceder a un trabajo público sí me hubieran caído antecedentes, a mi o al supernumerario. ¿Mi inclusión en una facultad que no correspondía perjudicó el acceso a algún estudiante que legítimamente sí le correspondía estar en dicha facultad?

 

            Ahora con la madurez de los años, pienso que éramos unos infantiles irresponsables, y que la Cosa no tenía la más mínima pizca de moralidad al inducir a personas a realizar tales hechos. En fin una más de la santa pillería.

 

            Sirdan

 

PD: Negaré los anteriores hechos de ser preguntado si no es en presencia de mi abogado.









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=18288