Gracias NVLP. La explicación de tu vivencia me ha tocado y mucho. A raíz de ellas y de mi propia vivencia quiero hacer unas reflexiones a los llamados DIRECTORES/AS que se mueven dirigiendo almas y a los SACERDOTES que conjuntamente con ellos y sin estar éstos aún excomulgados de forma para mi sorprendente, afilan los entresijos de miles de almas vulnerando junto con aquellos, el preciado secreto de confesión. Disculpadme si matizo: dirigen almas, supongo, pero, ¿hacia dónde?

Para estos directores y sacerdotes:

1.- ¿Aceptan vuestras conciencias todo lo que mandáis e imponéis?
2.- ¿Por qué son tanta frecuencia mentís de forma impune?
3.-¿Dónde está vuestra libertad para opinar? Y no me digáis que no hace falta hacerlo.
La perfección de un alma se basa en su formación y para ello debe ser dócil pero también ser
Crítica.
4.- Podéis pensar por vosotros mismos?
5.- ¿Sois sinceros con vosotros mismos y con los demás?
6.- ¿Puede vuestra conciencia seguir cargando con el peso de la mentira reiterada?
7.- ¿Tomáis vosotros las decisiones importantes sobre vuestras vidas? ¿Alguien las toma son vosotros? ¡Nunca os preguntan! ¡Sólo os informan!
8.- ¿De verdad pensáis que vuestra opinión es importante?
9.- ¿No os duele ir fabricando vocaciones a troche y moche, con muchachos y muchachas?

Evidentemente yo no soy quién os va a juzgar ni soy quién para hacerlo, pero hay algo desmesuradamente “gordo” en vuestro proceder que me indigna: la deformación de conciencias que creáis.

¿Qué gracia de estado tenéis, DIRECTORES, para dirigir conciencias? A ciencia cierta es de vuestro conocimiento que el Vaticano desaprueba vuestro proceder, pues aún el superior de una comunidad, si no posee el sacramento del orden no puede ejercer de director espiritual. ¿Como desafiáis a los propios padres de estas almas jóvenes y limpias, los cuales SÍ tienen gracia recibida sacramentalmente? Que yo sepa vosotros no habéis recibido sacramento ni gracia alguna.

¿Alguna vez, DIRECTORES, habéis llorado delante del sagrario? ¡Yo sí!. He llorado porqué he visto que Dios todo lo sabe y que aunque pueda engañar a los hombres, a Él no puedo ocultarle nada.

Os vuelvo a interpelar DIRECTORES:

¿Acaso sabéis quién manda en el Opus Dei? ¿Quizá el Padre? Algún director del Consejo General, los consiliarios, los vicarios regionales, la comisión regional, el consejo local…. NNNNNOOOOOOOOOOOOOOO

Manda el fundador, que se erigió casi como el mismo Dios y fundó una obra perfecta donde no existía la equivocación, aunque nadie sabe con la gracia de quién. Obra en la que nadie parece poder equivocarse ni ahora ni nunca. Inmutable, Inamovible. Impertérrita. Pero Dios hay sólo uno y es infinitamente justo.

¿De verdad creéis a fe ciega que el mejor sitio para vivir y morir es el Opus Dei?

Perladeladriatico