Desde aquel primer día de julio en el que Agustina colgó en la web el famoso burofax del bufete del opus, he observado un fenómeno que no les favorece nada a estos abogados: nos hemos hecho una piña.

Han quedado atrás aquellos rifi-rafes que nos alteraban y la demostración a veces un tanto crispante de que ya podemos hablar en libertad.

Repentinamente nos hemos vuelto más serenos, más profundos. Nuestro querido Opuslibros al ser amenazado, se ha crecido y, en mi opinión. el resultado es que los escritos son de una gran calidad y enorme eficacia. Gracias.

Me emocionan las aportaciones más diversas y variopintas y sabemos que estamos a por todas.

Leyendo vuestras sugerencias pensé ¿qué tal si enviamos por correo los documentos internos a todos los de la obra que conocemos? Creo que sería un buen regalo y que nos lo agradecerán. En realidad si como dicen esos abogados les pertenece a ellos, pues vamos a dárselos. Con un pequeño esfuerzo por nuestra parte, fotocopiados o en CD, tendrán de una vez aquello que es suyo y seguro que les hace mucho bien.

También creo que el bufete que nos amenaza nos va a obligar a ponerles entre las cuerdas. No queríamos pelea, pero ellos la buscan.

“Los documentos de todas las instituciones de la Iglesia, son públicos”, me decía el otro día un eclesiástico. Y en estas páginas habéis explicado mil motivos más.

Saben que no tienen razón, pero se les hunde su barca y no pueden seguir soportando que estén colgados en la red unos documentos que demuestran la falsedad y la manipulación. Es como tirarse piedras a uno mismo. (Aprovecho para agradecer a Daniel su interesante aportación)

El hecho de que estén dispuestos a ir a los tribunales, sabiendo como saben que jurídicamente están perdidos, me hace sospechar que lo tienen todo bien atado; ellos no se la juegan así como así. ¿A quien habrán comprado esta vez?   O bien, ¿Cómo harán para asegurarse que uno de los suyos estará en el tribunal?

La historia se repite. Astutos y maestros en el manejo de la argucia. Así lo hizo el fundador, y así lo siguen haciendo sus hijos porque en el opus dei hasta la mentira y la falsedad son  fundacionales.

Un abrazo a todos.

Al abogado que nos amenaza y nos estará leyendo, también, pues como verdugo que es, algún día pasará a ser víctima.

Fueraborda