Novaliolapena, he leído y releído tus posts. Primero darte las gracias porque yo me imagino que escribir lo que has pasado, lo que has escrito, debe haber sido muy duro para ti y te has dado sin más para ayudar, no te has parado. Esto revela en buena parte tu nobleza. Y darte las gracias también porque a título personal me resulta muy interesante todo lo que cuentas ya que trato de compararlo con lo mío. Yo estoy dentro de la Obra y estoy segura, no lo he dudado nunca, de que Dios me quiere para sí. Gracias a Dios no tengo cargos, los he tenido, sí, pero nunca en “la cúpula” y nuevamente gracias a Dios, tampoco en la Asesoría, todo ha sido a nivel local. Durante los años que estoy en la Obra me he manejado sin proponérmelo como con un “sexto sentido” el mismo que me ha facilitado acertar en mis decisiones, en mis omisiones y en mis afirmaciones. Te puedo decir que nunca he sido partidaria de endiosar a nadie ni siquiera a nuestro Padre, o sea que por ese lado estoy segura de haber acertado en mi actuar. Y así como esto te podría citar muchos más ejemplos, que me ha permitido mantenerme firme dentro, sin hacer caso a lo que muchas veces me he dicho a mí misma lo que son “tonterías”, llámense indicaciones de las directoras, avisos, etc… Lo curioso para mí es que, visto con la medida que da el tiempo, todo ha ido sucediendo sin yo proponérmelo. Casi no sé cómo expresarlo porque te voy a decir que tampoco he dudado de la Obra, de su santidad, etc… He vivido y sigo viviendo tranquila, contenta con lo que Dios me da y con lo que no me da. Tengo un trabajo profesional en el que pongo todas mis energías para tratar de santificarlo y que me llena por completo. Por supuesto que es un trabajo que nada tiene que ver con ninguna Obra Corporativa de la que salí más rápido que corriendo, hace años, porque mi sexto sentido me hizo ver lo que se me venía, tampoco trabajos internos, mi trabajo es uno más de persona corriente.

Junto con esta descripción, cómo podría llamarla, bucólica? No se me viene otro término, de mi vida en la Obra, puedo afirmar que la lectura de Opuslibros, a la accedí hace años horrorizada en un comienzo por lo que leía, dio paso a una reflexión cada vez más profunda hasta tomar verdadero interés por lo que sucedía en la Institución a la cual pertenezco según las notas de Opuslibros que siempre consideré verdaderas. Entre otras cosas, yo como todos en la Obra tenemos acceso a cuanta bibliografía sobre lo que es el Opus Dei, Opuslibros constituyó siempre para mí el lado de la moneda que no se nos muestra pero que es parte de la misma moneda. Mi sexto sentido me dijo que debía enterarme en qué sitio estoy, cómo son algunas personas (directores) de los cuales yo dependo y actuar en consecuencia, siempre salvando el norte de mi vida: mi entrega a Dios.

Puedo concluir y no me da miedo afirmar que si bien hay corrupción, porque lo que narras, Novaliolapena, para mí representa la corrupción, porque qué es si no eso, el que dispongan de tu vida las personas que mandan en toda la Obra, las mismas que deben pregonar lo que nuestro Padre dejó bien zanjado: el valor de la libertad en la actuación de cada uno de sus hijos, de cada uno de nosotros. Y así como digo libertad, digo fraternidad, cariño, familia y un largo etc. Pues bien, entonces si todo lo que narras es verdad y así lo considero, entonces la corrupción viene de Roma. Me parece mentira haber llegado a esta conclusión, me parece mentira estar escribiendo estas palabras. Si yo hubiese pasado lo que tú, que sepas que hubiese pedido a Dios saber actuar con tu claridad y con tu seguridad. Hubiese hecho lo mismo.

Debo decir que el escrito de E.B.E acerca de cómo fue su triste salida de la Obra y del extremo al que se puede llegar cuando no hay caridad, me quitó parte del sueño varias noches. E.B.E que sepas que estoy contigo y con todos los que han sufrido de una u otra forma por la manipulación ejercida por las personas que tienen cargos de gobierno en el Opus Dei. Gracias a Dios, a Agustina y a la tecnología que han permitido que se den a conocer estos casos que por un lado me imagino que frenarán estos desmanes (ya los están frenando) y por otro permiten que los fieles de a pie nos pongamos en estado de alerta para no permitir ningún tipo de manipulación con nuestras personas ni con nuestras vidas.

Un abrazo Agustina y a todos.

Calandria