En primer lugar, felicito cordialmente a Novaliolapena por sus aportaciones biográficas a esta página web. También a mí me emociona la lectura de ese relato, tan clarificador de la vida interna del Opus Dei: ¡esa es su realidad y no la que presenta en su versión oficial!

Además, Novaliolapena ha respondido (8.07.2011) a María Luisa (6.07.2011) acerca de la figura del defensor de la región. A este respecto, quisiera hacer una mínima aportación para que se entienda mejor el papel de ese director regional. Cuando yo era numerario, se me decía que en la región de España (y esto es válido para las demás regiones del Opus) eran sólo tres los directores regionales que, en realidad, mandaban en toda la región: el Vicario regional (o Consiliario regional), el Defensor y el Delegado del Padre. Esta especie de triunvirato es la que corta el bacalao y la que establece no sólo las pautas generales de gobierno, sino también la que sentencia en las cuestiones particulares más importantes y soluciona posibles conflictos. Los demás directores regionales, los directores de las delegaciones y los de los consejos locales no son más que cumplidores inteligentes y eficaces de las órdenes del triunvirato. Por supuesto, esos tres megadirectrores de la región siempre tienen que estar de acuerdo en todas sus decisiones.

Con el funcionamiento del gobierno de la sección femenina, me pasa lo mismo que a Novaliolapena: me pillaba a cinco mil kilómetros de distancia, y no sabría decir si hay un triunvirato similar en la cúpula de la asesoría regional. En este caso se podría hablar, en teoría, de “trimulierato”, pero de hecho no es posible, porque tanto el Vicario regional (o Consiliario) y el Sacerdote Secretario, que son presbíteros, mandan mucho en la sección de mujeres del Opus (ya sé que ahora ha dejado de ser oficial la expresión “sección de mujeres” o “sección femenina”, aunque antaño sí lo era en el Opus, pero me sigue pareciendo esclarecedora y fiel a la realidad actual de las cosas y a sus orígenes fundacionales, pues un inevitable paralelismo antropológico con la “sección femenina” de la Falange Española se dio en el nacimiento de la sección femenina del Opus Dei: mujeres al servicio del trabajo varonil).

También creo recordar que, en el gobierno de la Universidad de Navarra, uno de los vicerrectores (me parece que es el primer vicerrector) desempeña una función análoga a la del defensor en una comisión regional. Es decir, en las decisiones serias, profundas y novedosas que tome el Rector, éste debe contar con el pleno consenso de ese vicerrector, pues tarea de éste es, entre otras muchas más tareas, vigilar el buen espíritu (esto es, la conformidad con el espíritu del Opus Dei) con que el Rector ha de tomar siempre sus decisiones.

Como se ve, es ésta una forma de ejercer el gobierno de la Obra sobre la base de la vigilancia o desconfianza. En el fondo Lenin tenía toda la razón con su famosa consigna: “la confianza es buena, pero el control es mejor”.

Hasta ahora me he centrado en el Defensor regional. Pero, para terminar, quisiera referirme brevemente al Delegado del Padre en cada región (esta figura es mencionada en el número 156 § 1 de los actuales Estatutos de la Prelatura del Opus Dei), para lo cual me remito a la interesantísima observación que Libero nos hizo a este respecto en su nota del 4.04.2011.

Josef Knecht