Sin rencor pero indignado.- Gualberto
Fecha Monday, 11 July 2011
Tema 077. Numerarias auxiliares


Gracias a las nuevas tecnologías de la información he roto con criterios inmutables. En relación al opus dei el de mantener un silencio absoluto, después de 21 años de vivir a mi manera y tras 16 de pertenecer a la obra. La lectura de vuestros escritos me ha revolcado. Pero, por ahora solo me referiré a lo que considero la mas brutal de las opresiones e injusticias. Hasta el punto que, aun aceptando el impresionante movimiento de cristianismo promovido por don José María, el hecho real de las sirvientas, después numerarias auxiliares, me parece que no justifica, desde el punto de vista de un cristiano corriente, la acelerada y pagada canonización y menos la áurea estatua torreciudadeña. No he visto mas cosas. Pero esta claro que también me producirían rechazo.

No fui chico de san Rafael, me ayudaron a acercarme a la obra para cumplir con el apostolado. Les estoy agradecidos, tanto que sigo pagando sus deudas para mantener el tozalito. Desde el principio tuve cierta información sobre esas personas que en lo oculto nos cuidaban. A medida que fui cambiando de centro enseguida sabia que había personas que sabían quien era. Incluso cuando fui a Roma ya me dijeron que conocían a alguien, y al visitarme me confirmaron que habían hablado y ya sabían. Al regresar de Roma ya tenía preparada toda la parafernalia de la ordenación. Afortunadamente no iba por ese camino. Y acerté. A todo esto he de decir que por mi origen y profesión tenía un buen conocimiento de la sociología del mundo rural. Desde el primer momento me pareció tremendo las condiciones de vida de quienes non cuidaban. Después fui conociendo detalles mas concretos de la forma de vida, alojamiento, tareas, falta de libertad,imposición de trabajos, supresión de sus relaciones familiares, etc., y todo lo que además voy leyendo, en especial el imperdonable maltrato y desprecio de las señoritingas numerarias. Y todo esto adobado, segun he leído con el abobinable trato del cura fundador con personas que le ofrecieron trabajo salud y vida. Este tema de las sirvientas viene de la historia familiar del cura fundador. De pequeña burguesía pueblerina venida a nada, mirando con envidia a quienes gozaban de la posición que ellos habían perdido, añora servicios en adicción exclusiva.

No conocí ninguna. Repito que desde el primer momento me resulto extraño lo poco que iba sabiendo de sus condiciones de vida. Pero claro, uno viene del gentilismo y ante tanta gente no se atreve al mas mínimo comentario sobre lo establecido. Es evidente que nadie tiene derecho a querer que se haga algo que no quiere el fundador, pero eso no es razón de suprimir cualquier tipo de análisis o juicio. Insisto en que el trato recibido por las sirvientas, numerarias auxiliares, el propio planteamiento es de una divinidad singular. Acaso no es singular la fundación que en la pobreza se dedican a la atención de ancianos desvalidos. Vaya panorama para una chica que empieza a los 21 años. Pues bien la iglesia hace santa a la fundadora. ¿Comparar al sacerdote D. José Maria con una religiosa fundadora? Con quien lo comparamos con los fundadores de Google. Claro que en su tiempo lo compararíamos con los fundadores de la Trasantlantica, El Circulo de Ganaderos, La Caja de Labradores, o Algodonera Española o Fajas y Cutillas del Vero, que parece le va mas de cerca.

No discuto el origen divino, porque carezco de criterios para analizar, analizo, concluyo y si pudiera taladraría el hecho real. Captación en estratos humildes, ausencia de la mas mínima acción para ayudar a mejorar esa situación, es mas, bloqueo total en virtud de no se que hechos divinos para empedrar de por vida esa situación, trato denigrante desde la oculta vanidad de clase superior, desde el divinismo del ser del que se cree diferente, del que sabe del arcano que tu pobre criatura, aldeana, ignorante, solo vales para trabajar con tus manos. Como el Sr. Cura procedía de donde procedía, en su planteamiento solo tiene el imaginario de un servicio que el no tuvo y envidio siempre. Ese imaginario incluye la relación señor-sirviente para siempre y la prevención de que la pobre use de sus atributos, de su animalesco carnal, para cambiar su destino. Pero la Iglesia valora que haya conseguido la entrega generosa, sufrida y casta de miles de personas ¿ ? Cada vez que una de ellas les dice adiós, agur, mejor morir libre que soportar señoritingas y sermones pueriles, me parece que se realiza un acto de grandeza.

Se que no os dejaran leerme, pero encontrare el modo. Cada vez que leo uno de vuestros testimonios mas me indigno contra la estructura de cobardes que se ha montado.

Gualberto









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