Incoherencias (3).- k2
Fecha Friday, 08 July 2011
Tema 010. Testimonios


Cuanto más leo en esta página, más comprendo lo absurdo de la institución.

 

Querida Agustina, en primer lugar mi solidaridad ante semejante tropelía de “burofax”. Estoy con todos en la parte positiva, es un reconocimiento de que son ciertos todos y cada uno de los documentos. Mejor estrategia hubiera sido atacarnos por falsedad.

 

Sigo el relato de Novaliolapena, decirte que todos hemos tenido esa sensación, pero hasta de lo negativo se aprende, incluso más que de lo positivo. La vida es como una partida de ajedrez, y como dijo Karpov en ajedrez siempre se aprende más de unas partidas pérdidas que de las que se ganan. Te recomiendo analizar las cosas en profundidad y utilizar la experiencia en tu vida futura...



Mi experiencia por si te sirve, me hizo más humana, solidaria y comprensiva. Sin embargo te recomiendo también ciertos límites, puesto que también fuera te encuentras con gente que se aprovecha de la bondad, de igual forma que en dicha “cosa” donde nos metimos.

 

Cambiando de tema, me he reído con el escrito del padre no hace de dolcefarniente. Es la vida en otro planeta, no en medio del mundo, donde su realidad, no tiene nada que ver con la vida ordinaria, donde se aconseja lo que no se conoce, Nunca había pensado en el drama de muchos hijos de supernumerarios, es otra visión de la cosa que veo en los escritos de Merlin, que me sobrecoge, puesto que soy madre. Cuando estuve dentro me daban envidia por su comprensión aspecto que a mi no me sucedió con mi familia, pero luego cuando me marche, allí la tenía esperando.

 

Mi agradecimiento a la persona que propició mi expulsión, que se que también está fuera, aunque ignoro sus motivos. En ese momento mi espíritu crítico era tan grande, que aunque no dudaba de mi vocación, veía un camino lleno de hipocresía y falsedad, donde se juzga a la gente por lo que dice, y se exige, y este aspecto, depende de cada uno. Conocí a mucha gente con cargos, llenas de caprichos, de malas formas, de soberbia, nunca comprendí porqué estaban allí, por eso los escritos de Satur me parecen de una gran lucidez. Dentro la mayoría, no tienen capacidad ni cariño para evaluar a la gente, y así les va. Satur ya cuenta como se puede parecer bueno y no serlo. Esto era algo que yo veía con suma claridad.

 

Contando algo más de mi experiencia personal: Viví en dos ciudades que no eran la mía, la primera (centro de estudios) ni la conocí. Nadie piensa en esa cosa que cuando llegas a un sitio, donde no conoces a nadie, se te debería acompañar a conocerlo, ver sus monumentos, sus museos etc.. ¿No es eso lo que haría una familia? Que clase de familia pretenden decir que son, donde lo único que prima es que conozcas gente pitable, pero no que estés a gusto y conozcas la ciudad donde te envían. Recuerdo la angustia de los primeros meses, los sábados por la mañana, me sentía en la cárcel, encerrada entre las paredes de un centro inmenso. Las personas que eran de allí, hijas de colegios de fomento o similares, mantenían sus válvulas de escape, quedar con sus compañeras de promoción etc. Nadie te presentaba a sus amigas, o te proponía planes con ellas, supongo que el trasfondo es que no te hicieras con ellas. La competencia por ser la más guay, la que llevaba más gente al centro era importante. Las que éramos de fuera, búscate la vida, en un ambiente universitario bastante hostil, en el que además en esa época era imposible pasar desapercibida. Aún recuerdo, por ejemplo, que en el colmo de la intransigencia, se pretendía que no usáramos pantalones, ni para las excursiones de la facultad. Lo que me costó convencer a la directora para que me dejara utilizar tan “ridícula prenda”. Luego se que han cambiado las cosas. Lo que demuestra el grado de estupidez de la institución.

 

Siempre mi agradecimiento a quién me devolvió la libertad, y mi perdón a quienes me metieron dentro con engaños, la vida acaba poniendo a todo el mundo en su lugar.

 

Un saludo a todos.

 

K2

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