Cuando tus padres te roban la infancia (IV).- Merlin
Fecha Friday, 01 July 2011
Tema 080. Familias del Opus Dei


CUANDO TUS PADRES TE ROBAN LA INFANCIA (IV)

Como ya conté, todos los hermanos tuvimos momentos de mayor y menor cercanía al opus dei. Yo tuve una época en la que estuve a punto de caer en sus redes, recuerdo que bien temprano acudía a un piso de la obra a oír misa con los numerarios que vivían allí y luego por la tarde, después de clase, iba al club de estudio donde te halagaban personas mayores demostrando su admiración por tu personalidad y arrojo y te trataban como si fueras uno de mas de ellos. Allí empecé a fumar, fumar no es que te animaran a ello pero tampoco estaba mal visto aunque fueras un crío, era una prueba de lo macho que eras. No podías mirar a las chicas pero si fumar...



No tengo muy claro por qué finalmente no escribí la carta, supongo que sería porque la persona que me manejaba desapareció de pronto – nunca supe nada más de ella – y además porque tuve suerte. Afortunadamente nunca fui farolillo rojo y aquel tren se fue sin mí y aunque se lo trabajaron con tesón, nunca volví a estar tan a punta de caramelo.

Me llamaban constantemente por teléfono, me iban a buscar a casa, me esperaban a la salida del colegio, cambiaban de persona de acoso para ver si daban con quien me supiera llevar y me presentaban gente nueva. De aquella cogí la costumbre – mala costumbre, lo sé – de cuando se me presentaban y me decían con esa alegría opusina: -“Hola, qué tal, me llamo Gabriel ¿y tú?" les contestaba: “Yo no". Eso les dejaba un poco desconcertados de momento y aprovechaba para escabullirme.

Mi padre, que yo haya visto, nunca ha tenido amigos, supongo que sí los tendría antes de ser supernumerario y que se desprendería de ellos para que no interfirieran en su santidad y dedicación al apostolado. Le encantaba ir a entierros y a visitar a gente enferma, - gente importante claro -, supongo que son buenas ocasiones para pillar a posibles victimas con las defensas bajas. Por el contrario no solía acudir a las bodas. Hacia un buen regalo y procuraba excusarse. Es una persona muy austera, vive la austeridad con verdadera ostentación. Siempre he pensado que hay un tipo de gente en el opus dei cuya secreta vanidad es presumir de no utilizar los grandes recursos de que disponen-. También tienen un gran poder basado sobre todo en que no lo utilizan nunca en provecho propio y mucho menos para favorecer a su familia. Nunca ayudó ni recomendó a ninguno de sus hijos ni familiares y eso le daba prestigio y fama de persona entera y honrada. Y así no debía favores a nadie y podía ayudar y recomendar a su verdadera familia : el opus dei. Para él mucho más importante que ayudar a un hijo era captar a una persona con medios que pudiera aportar recursos a la obra.

Otra vez cometí la imprudencia de contestar en una de sus charlas de acoso y le dije que el opus no era para gente como él, que el opus era para gente vanidosa, amante del lujo y clasista. Tampoco tuve respuesta, supongo que después de tantas correcciones fraternas estaba super entrenado para contenerse ante cualquier tipo de crítica. De todas formas el hecho de no contestar a una cuestión tan directa y a un hijo, es ya de por sí una respuesta muy clara. Para mi es como si me hubiera dicho: me importa una mierda lo que pienses hijo, en realidad me importas una mierda tú, solo estoy cumpliendo mi deber del llevarte al buen camino, para que no seas motivo de escándalo.

Escándalo como el que él ocasionó a unos familiares cercanos que habían perdido un niño de corta edad y su consuelo en el tanatorio a los padres del fallecido, fue decirles con una enorme sonrisa “alegraros de esta prueba que os envía Dios y de que ya hay un ángel más en el cielo". Y lo peor de todo es que él estaba alegre de verdad. "Bendito sea el dolor. -Amado sea el dolor. Santificado sea el dolor... ¡Glorificado sea el dolor!"

En fin, la vida en estado constante de angustia, con gritos silenciosos dentro de pesadillas de día y de noche, sentimiento de culpa y pecado, honrarás a tu padre y a tu madre, la muerte vista como un bálsamo que cura, como una solución, como una liberación. Al final la vida continúa y se abre paso, se cierran heridas en falso y el día a día impone un equilibrio inestable: no se puede cambiar el pasado solo soñar el futuro. A mí me parece que a mi padre lo están preparando para ser santo del opus dei. Supongo que siendo gente tan concienzuda tratarán estos asuntos con al menos la misma previsión y conciencia que dedican a asuntos de menor enjundia. El opus para consolidarse y rivalizar con otras ordenes religiosas necesita santos, o por lo menos causas de santificación abiertas. Necesitan gente que muera en olor de santidad y que hayan llevado una vida santa y eso no se puede dejar al azar. Hay que planificarlo y documentarlo ya en vida del elegido para agilizar el papeleo. Por otra parte no me extraña que consideren a mi padre una persona santa, si a mí me hubiera dedicado la décima parte del tiempo y de los recursos que ha dedicado a la obra yo también intentaría santificarle.

Merlin

Ir al primer capítulo

<<Anterior - Siguiente>>







Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=18094