La pseudo experiencia de la santidad.- Hormiguita
Fecha Friday, 01 July 2011
Tema 090. Espiritualidad y ascética


Aqui reconozco que caí en aberraciones mentales que machacaron mi fortaleza fisica y mi salud mental. Ya hace más de treinta años de esta experiencia; o sea que escribo para quienes están en el opus dei.

La argucia engañosa se llama sofistería. No tardaron en hacerme creer que yo seria diestro en el camino espiritual. ¡Podia conocer la voluntad de Dios! Estaba en camino de santidad, y –entonces- no sabía que los juicios de Dios son desconocidos y ocultos. Presumía –temerariamente- de conocer la Voluntad de Dios a través de la formación y medios que me daban. Mas allá de toda razón, me violentaba espiritualmente e incluso materialmente, para cumplirlo todo en sentido literal. Emocionalmente también me extenuaba.

Siguiendo el espíritu de la obra era un pseudo contemplativo en medio de mi mundo. Por supuesto creía cumplir con la Sagrada Escritura, cuando en realidad la desconocía. Es decir, desconocía el sentido espiritual de la misma. Me era más importante el sentido espiritual que la obra me ofrecía. La exaltación que sentía (mos), era ya prueba de que el Espíritu Santo encendía mi vida. Esta presunción engañosa traía consigo un muy falso conocimiento propio. La vida me he enseñado que el falso conocimiento se da –según las personas-, de mil maneras y en mil situaciones. Yo no era una excepción. No sabía que grandes personajes, incluso Papas, han sido engañados.

Confiaba en mi fuerza bruta mental y espiritual –llamada santa coacción- para seguir adelante. Creía que progresaba en santidad. Mi represión (morbosa), dañaba mi salud, secaba mi corazón. Yo actuaba sin contar con mis impulsos naturales, y lo peor… Lo peor es que me creía el agente activo de mi santificación. HE hecho esta norma, HE trabajado y lo HE ofrecido, HE sido alfombra, HE cedido, etc. Todo HE. (Me formaba así: con las preguntas del circulo breve cada semana!.. Para quienes no se acuerdan, cada pregunta tiene un HE) Como si pudiera arrebatar la gracia; cuanto más HE más gracia lograba yo!

Los deseos de mi corazón estaban ocultados a Dios, porque los deseos de mi corazón, eran los deseos de la Obra. Insanamente, los de mi corazón estaba enterrados voluntariamente. El fundador cargaba contra quienes se singularizan, y un punto de Surco o Forja lo atestigua. (Además de ese punto de camino: Corazón en la cruz, corazón en la cruz,..). No sabia que no hay camino de santidad sin mi corazón; lo atestigua la Sagrada escritura. “Misericordia quiero y no sacrificio” (Mt.12,1-8).

Amigos de la web, os dejo aquí, con estas palabras de mi paseo por la pseudo santidad.

Hormiguita









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