No valió la pena.- Junio
Fecha Wednesday, 29 June 2011
Tema 010. Testimonios


     La verdad es que me lo estoy pasando bien con tu escrito!!!!, lo siento, porque sé que estás bien y puedo permitirme este gesto como de frescura. Y lo digo porque las tonterias que te hicieron reaccionar a mi tambien me pasaron y no oí nunca a nadie contarlas.

      Un ejemplo fue la enfermedad y muerte de mi padre. Cuando lo ingresaron en el hospital nos reunimos los hermanos para ver cómo lo atendiamos a partir de ese momento. Yo que había acompañado en los ultimos momentos a padres y madres de gente de la Obra y experta en organizar turnos de atención y de cuidado en gente de Casa, me pareció sencillisimo hacerlo con los mios. Como yo era la única que vivia fuera de la ciudad donde vivian mis padres, organicé que yo haría todas las noches y me quedaba hasta la hora de comer, comía, me acostaba y volvía al hospital de lunes a viernes donde volvía a mi centro, lo atendía, me atendían y no se notaba tanto mi ausencia. En el hospital podía rezar, había Misa y  no tenía nada mas que hacer.

     Así empecé pero... despues de la primera noche rompí a llorar desesperadamente sin saber qué me pasaba, diciendo "pero si yo aguanto todo en la Obra, pero si siempre he sido fuerte, pero si he hecho este tipo de turnos y pude con ellos, pero no entiendo lo que me pasa". Total, que no aguanté ni ese turno ni casi ninguna heroicidad y gracias a Dios mis hermanos me decían que es distinto "tu padre" que el "padre de cualquiera" o "tu hermana" a la "numeraria con la que vives que dices es tu hermana" y así supe que el corazón lo tenía duro, que no sabía querer de verdad, que solo sabia "atender atentamente".

      Eso me dio muchas luces y`puedo decir que llegué tarde para  aprender a querer de verdad a mis padres (me fui con 16 y habían pasado 30 años), pero aprendí la lección y empecé a querer de verdad a mucha gente y a sufrir  ¡¡¡ por la consiguiente riña constante de la delegación y las envidias de otras numerarias  que me hicieron a veces la vida imposible pero... ni me importó, yo sabia y tenía muy claro que mi gente era mia y la tenía que querer aunque no gustara. ¡Pero no me fui por esto ya os  imaginais! Aguanté  más historias que contaré poco a poco.

Junio









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