Hola, he encontrado esta página por casualidad buscando información sobre el Opus Dei.

Tengo 16 años y hace 2 que voy por un club de la Obra. Es un club de numerarias auxiliares, en general yo encuentro que hay un buen ambiente e incluso me ha parecido encontrar cariño. Mi preceptora es de las numerarias auxiliares más mayores del club, es simpática y muy bromista, pero también puede ser un poco fría... sé que está mal comparar, pero nuestra relación no tiene nada que ver con la que otras niñas tienen con sus preceptoras. Por ejemplo, hay una monitora jovencita que sé que tiene verdadera amistad con algunas de sus preceptuadas, a lo mejor será una excepción, pero sí que comparte con ellas sus preocupaciones personales, etc. En cambio me da la sensación de que a mi monitora sólo le interesa acercarme más a la Obra... hubo mucho tiempo que yo estaba bastante alejada de Dios y nuestra relación era casi inexistente, sin embargo durante el último año nos hemos ido acercando más y más hasta que le he cogido un gran cariño, me ha ayudado un montón y casi es parte de mi familia.

En cambio ella no sé qué es lo que opina, hay veces que está muy pendiente de mí porque soy de las "mayores" del club y recibo más formación que las otras. Hay veces que le dan arranques de cariño que parecen desinteresados, sin ningún objetivo, pero enseguida se acaban. Y algunas veces está tan fría y distante que yo no sé qué pensar, pero después me pide perdón porque dice que se encontraba mal (suele tener migrañas con frecuencia).

Sinceramente, creo que sólo le intereso por la formación, y después de leer algunos de vuestros testimonios estoy más convencida de ello. Sin embargo hay veces que me gusta pensar que siente cariño por mí pero lo reprime por su vocación. Creo que nunca lo sabré, porque no me cuenta cosas de sí misma. Es una persona muy alegre pero, a causa de su enfermedad, con frecuencia tiene mal humor y cansancio. También es muy infantil. A veces veo en ella una especie de tristeza o melancolía, que siempre me he preguntado qué sería. Ahora al leer vuestros testimonios me pregunto si no será falta de cariño, al vivir tan lejos de su familia y no tener nadie a quien llamar amigo. Esto me ha hecho proponerme darle todo mi cariño, aunque ella no pueda corresponderlo. Quiero que se sienta querida incluso en sus peores crisis (en las que llega a ser realmente insoportable, y esto lo dice una adolescente que está saliendo de la edad del pavo).

Me gustaría preguntaros si creéis que podemos llegar a tener algo parecido a una amistad algún día, o al menos que no me olvide cuando se vaya a vivir a otro centro.

Gracias por leer hasta aquí.
Un saludo,

Clarita