Solo una reflexión rápida; leí los correos que aclaran que el opusdei ganó una vez más:
“El Supremo rechazó que el Opus Dei esté obligado a alimentar a una mujer que se dio de baja de la Obra tras entregar sus salarios durante 28 años, al estimar que no se trata de una donación sino de una aceptación de una forma de vida que implica renunciar a los ingresos obtenidos en el trabajo…”
¿Qué ha ganado el opusdei? Pienso que ganó un poco mas de distancia entre su actuar y la justicia -verdadera caridad- que dice buscar; ganó alejarse de la sociedad de la que dice ser parte pero que con los hechos no solo se muestra distinta, sino verdadera contraparte; ganó acrecentar la animadversión de cuantos tienen dos dedos de frente para comprender que no cederán ante sus intereses a pesar de cargarse a las personas. (¿Pensarán acaso que son pocos los indignados, pocos los que se sorprenden de su actuar?; un numerario cualquiera, sin duda, se preguntará si su madre guapa se preocupa desinteresadamente por él)...
¿El opusdei se preocupará alguna vez por las necesidades de las personas que lo han sacado adelante durante años, dejando su tiempo, profesión, salud, dinero, su vida entera, y terminan desechados como simple “daño colateral”?
Indignado yo ya estaba, pero lograron recordármelo de manera que aquí van estas líneas.
No dudo que en algún lugar, alejado de ventanas, sonrían algunos directores y abogados tras esta audaz victoria… Sí, alejados de las ventanas, con poca luz, que nadie se entere más de lo necesario, que nadie capte el orgullo que los envuelve el haber mantenido a su madre guapa incólume… Más aún, me hace recordar tantos años de intención especial: ¿por qué intenciones rezamos en su momento?; ¿qué métodos humanos utilizan para realizarlas? No dudo que esta victoria haya sido la intención mensual general de la obra (que solamente está en la mente del padre, por supuesto), y ahora, solucionado el problema inminente, pasarán a rezar por solucionar el siguiente obstáculo en su andar airoso… (Es de notar que la intenciones “especiales, especiales” son para solucionar asuntos internos y no para asuntos ajenos, como por ejemplo las preocupaciones de la Iglesia…).
“Los hijos de la tinieblas son mas audaces que los hijos de la luz…”
La justicia, las personas… asunto que siempre será mejor abordarlo desde el punto de vista de la fe y de la caridad que el de la mera justicia humana y sus intrincadas leyes, al menos para aquellos que se dicen cristianos. Tú, Jesús, ¿qué harías en este caso? Esto lo podemos hacer cada uno en todo momento y olvidarnos de lo que pueda decir La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo; esto es ver las cosas a través del Corazón de Cristo: “Tú, Jesús, ¿qué harías en estas circunstancias…? Es precisamente lo que pretende y desea un verdadero cristiano. Si en el opusdei no se les enseña a pensar y actuar así, ¿qué diablos se les enseña…? Así de claro, qué diablos...
“Apostolado de no dar”; creo que es una expresión que todos los que hemos vivido el opusdei la conocemos y así aprendimos a vivir esa pobre caridad interesada. Ahora me pregunto: ¿existe un verdadero apostolado de no dar?; ¿existe una caridad interesada?; ¿se vive lo que Jesús predicó cuando solo se está dispuesto a dar de lo que sobra y no de lo mío, mío; de lo que duele dar…?
Desde siempre me han enseñado a no juzgar a las personas, a las instituciones, pero como dirán los filósofos: Lo evidente no requiere comprobación, simplemente se muestra. Abunda tal cantidad de testimonios relativos a que no se vive la caridad dentro del opusdei (leyendo opuslibros o simplemente escuchando lo que se dice en la calle…), que no es aventurado afirmar que en esta institución se enseña a vivir algo distinto a lo que se conoce como Cristianismo y difícilmente me imagino –a pesar que se sientan muy unidicos a la Iglesia y al Papa- a Dios diciéndoles: “Venid, benditos de mi Padre, porque tuve sed…”.
Mi suegra, ante las injusticias que nos dejan indefensos dice sabiamente: “¡…pero finalmente hay un Dios que todo lo ve…!” Pues sí, hay un Dios que todo lo ve y más le valdrá –a quienes pertenecen al opusdei y a los que no-, tenerlo siempre presente. De verdad que no quisiera estar en los zapatos de las personas que intervinieron en esta pírrica victoria y definitivamente creo que cualquiera se avergonzaría –y se avergonzará- de pertenecer a una institución que muestra tan claramente sus intenciones.
Siempre preferiré escribir cosas positivas, y si escribo estas líneas no es en absoluto para generar sentimientos negativos en contra del opusdei, sino para generar el mas noble de ellos y es el que en verdad se merece: la conmiseración.
Y para la valiente exnumeraria (algún día todos nos conoceremos, ya verás...) tratada injustamente, y a cuantos pasaron, pasan y pasarán por estas circunstancias, les deseo lo mejor; estoy seguro que al final de cuentas saldrán adelante como todos lo hemos logrado con la ayuda de Dios, de nuestra verdadera familia y de nuestros verdaderos amigos... (y con la ayuda de todos los que estan por aquí, que para eso estamos...). Con nuestra exfamilia solo podemos contar con lo que nos dicen: que rezan por nosotros... y ya se ve que hasta eso es de dientes para afuera...
Un abrazo a todos,
Sancho1964
PS: Ahora pienso en tantos numerarios -que conozco y que no conozco-, que se encuentran atrapados en esta pegajosa telaraña que les impide ver, pensar, ser, huir… estas líneas no van por ellos.
