De los actos inmorales de los supernumerarios (II).- Salypimienta
Fecha Wednesday, 01 June 2011
Tema 078. Supernumerarios_as


Hola a Todos:

La vez pasada me quedé a media historia de "Pepe el supernumerario, el opus club del pueblo, y Manolito... una vocación segura". Justo es que termine de platicarla.

Manolito sigue asistiendo al opus-club una vez a la semana, aunque en casos especiales puede ser varias veces seguidas. Sabe que algunos de sus amigos han hecho una especie de 'pactosecreto' con los numerarios que vienen de la capital, pero Manolito, al fin y al cabo adolescente atolondrado no tiene mucha idea de la realidad de lo que pasa...



Finalmente Manolito crece y es hora de ir a la universidad a la gran ciudad... el opus dei lo sigue de cerca. Después de tanto jugar al gato y al ratón con el chaval, por ningún motivo van a dejar escapar a la presa, porque justo en este punto hay que esperar el momento indicado para tirar el zarpazo y proponerle hacerse del opus... Es mas fácil cuando están lejos de casa enredarlos con promesas y cuentos. Una tarde de sábado, invitan a Manolito, que ya es Manolo, a jugar fútbol a un colegio mayor regentado por la secta, y la invitación se extiende a la comida. Después de la tertulia, don Juan el cura, lo acorrala en un saloncito de pésimo gusto (como todos los saloncitos que tienen que ver con el dark side), y después de soltarle tres comentarios estúpidos sobre el tiempo, sobre el vuelo de las moscas y sobre la supremacía de los tejidos tibetanos sobre los de nepal, le suelta a quemarropa una pregunta fulminante:

-Manolo, cuando vas por la calle y te encuentras de frente con una chica... ¿qué haces?.

Manolito no sabe bien a bien cómo interpretar la pregunta... Le han preguntado cosas extrañas, pero esa es la más rara de todas. Duda si contarle al cura que en cuanto se cruza con cualquier cosa en la calle que tenga apariencia de mujer, tiene que reprimir el deseo de proponerle matrimonio sólo para saber que se siente tener una mujer, o de olisquearle el cuello... o de las juergas imaginarias con las que se recrea si la mujer es curvilínea y despampanante. Finalmente Manolito es un chico normal lleno de hormonas y deseos, quizá un poco animales, pero ccompletamente naturales. Ante la cara de indecisión del chaval, el cura le explica:

-Cuando ves una mujer en la calle, ¿guardas la vista?

-¡¿Cómo cree padre?!, ¡la miro y la remiro!.

El sacerdote pone una cara entre turulato, sorprendido y shockeado, y al darse cuenta Manolo del tremendo error que cometió, sale disparado a la calle corriendo lejos para no volver jamás. Sospecha que hay gato encerrado en la pregunta, y prefiere que digan: "Aquí corrió" que "aquí murió".

Desafortunadamente, la reacción de Manolo, aunque es la más deseable es la menos común. Lo ordinario es que los 'Pepes' encargados de club adviertan sobre el tipo de preguntas que se les pueden hacer a los 'Manolitos'. De sobra es sabida la bestialidad para preguntar cosas de cualquier numerario a una persona que vive en medio del mundo real. Recordemos que ellos viven en medio del mundo mágico de san Chema, que es algo así como el sueño de Alicia en el País de las Maravillas.

Algunos se preguntarán: ¿y cuál es la maldad de Pepe?, ¿en qué consiste su inmoralidad?. Pues para mi, el pecado está en el poco respeto a la vida privada de las personas. Por lo menos a mi forma de ver las cosas, el que alguien se dedique a hurgar, observar, evaluar, e informar sobre la vida de otros para sacar cualquier tipo de provecho o beneficio valiendose de sus puntos débiles o fuertes, es una cosa muy mala, que se agrava en cuanto a que ésta persona es una criatura.

De las cosas que tengo más grabadas en la memoria de mi paso por el club de san Chema eran los interrogatorios a los que nos sometían las numerarias encargadas de la labor de san Rafael. Imposible quedarse como sin nada al recordar las preguntas incisivas sobre nuestras hijas, las hijas de nuestras amigas, nuestras sobrinas... todo para que les fuese mucho más sencillo el diseño del plan de ataque con la niña en cuestión, la cuestión es controlar todos los aspectos sociales, familiares, educativos, religiosos, históricos y antropológicos de una persona para hacerla actuar como tú quieres que actúe (diabólico ¿no?)

Es cierto que el cuerpo numeraril es quien se ensucia las manos, pero hay que reconocer que los supernumerarios son quienes preparan el 'lecho de lodo' en donde se han de ensuciar. En mi tierra hay un refrán que dice: "Tanto peca el que mata a la vaca, como el que le agarra la pata".

Me tengo que despedir con el firme propósito de escribir para la próxima vez sobre la inmoralidad el los supernumerarios que son padres y madres. Mientras tanto, reciban un abrazo grande.

Salypimienta.

COLOFÓN: La historia de manolito es real, él ahora es un adulto que aborrece el opusdei y todo cuanto con esa cosa tenga que ver. Buen trabajo Pepe!!!

*Mediterráneo: No puedo escribirte por problemas con mi cuenta de correo. Espero resolverlos pronto.

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