Hola a todos:
Muchas veces hemos leído en ésta web sobre la 'bondad' e 'inocencia' de los supernumerarios. Se cree que al no poder estar en el centro del tejemaneje, necesariamente son lo limpio y lo puro de la secta esa... nada más alejado de la realidad. Entendamoslo de una buena vez y le duela a quien le duela, nadie... ¡nadie! puede presumir de ningún tipo de inocencia si ha pertenecido al club de san Chema. Es algo metafísicamente imposible...
Ya se que varios van a poner el grito en el cielo, pero la verdad es que más o menos después de la oblación, la bondad personal se queda medio anestesiada (¡claro!, después de haberte soplado todos los 'apartado uno y apartado dos' y las clases del padre). Ya para cuando se llega al tercer año dentro del dark side, la bondad de uno está ya en estado de coma profundo. No podría ser de otra manera, ya para esas alturas los fieles/miembros han pasado por tal lavado de cerebro que aunque no quieras actuas opusinamente... es decir, fría y calculadoramente.
Quizá en el caso de los supernumerarios, el extravío de la bondad tarde un poco más porque no tienen el lavadero continuo de un numerario, pero de que se pierde, se pierde igual.
Pongo para demostrarlo un ejemplo, y que cada quién juzgue según su conciencia.
A Pepe que es supernumerario y vive en un pueblo mas o menos importante, le ponen de encargo apostólico organizar un club de chamacos. El tal Pepe que es conocido en el pueblo, principalmente porque con todo el mundo es amable y apostólico, comienza a pensar en los chavales a quienes "conviene" invitar al dichoso club. No se puede pensar que se le va a decir a todo el mundo, porque el quid del club es pescar posibles vocaciones para el opus. De entrada, están descartados los de familias con dudosa reputación. Punto siguiente, se invita a lo 'mejorcito' de los conocidos y se monta el tal club con actividades interesantes para las criaturas. Por lo general, los padres de los niños están encantadísimos de enviar a sus vástagos porque es una manera de tenerlos controlados con actividades recreativas, bien cuidados y sobre todo, sin estar metiendose en problemas quien sabe dónde o dando la lata en la casa.
Al poco tiempo se aparece por el club un numerario para 'ver' el tipo de chicos que consiguió Pepe. Acto seguido se le pide a Pepe que haga una ficha de informes del nene, que generalmente es así:
Manolito Pérez, 13 años, va al colegio de los Padres de San Agustín, hijo de Paquita y don Manolo el dueño de la tienda de muebles del pueblo. Buen nivel económico, familia muy decente que va a misa los domingos y fiestas de guardar. Don Manolo además pertenece a la cofradía de las Ánimas en Pena y Paquita da catecismo en la Parroquia de San Serafín del Monte. Manolito es el mayor de 4 hijos. Le gusta mucho el fútbol y los juegos de video. Es responsable en el colegio y canta en el coro de la misa de doce.
Con estos datos base, el numerario asigna a alguien (puede ser otro numerario, o algún 'iniciado') para que le saque más información y en base a ella, atormentar al crío hasta convencerlo de la "vocaciónqueDioslediodesdeelprincipiodelostiempos", y en muchos casos el joven inocente es atrapado vilmente en la telaraña que es el opusdei.
La próxima vez hablaré de los padres/madres supernumerarios.
Un abrazo enorme a todos.
Salypimienta
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