Busco excompañeras.- Marta Domingo
Fecha Friday, 27 May 2011
Tema 040. Después de marcharse


Tal vez es una gran tontería lo que estoy haciendo. Intentaré explicarme. Perdonad si me alargo. No soy persona de escribir. Es la primera vez que lo hago aquí. Hace pocos años me enteré de la existencia de esta web y de forma muy esporádica la visitaba. Sentía cierta curiosidad, pero estaba demasiado inmersa en todo lo que conforma mi vida como para darle más importancia.

 

Si no es porque veía u oía alguna noticia especial, como películas, santificaciones y demás, no me habría acordado de que fuí numeraria 10 años, de los 18 a los 28. No era hija de supernumerarios, ni alumna de colegios, ni iba por ningún club ni centro, ni nada de nada. Era de pueblo cien por cien, y llevaba un letrero con la palabra ingenua e idealista grabado en la frente...



En 1968 coincidió mi primer año en la Universidad Central de Barcelona, patio de letras, compañeros de clase comunistas, corridas ante los grises… y simultáneamente meditaciones a media luz en un piso de Reina Victoria. Caí como un melocotón maduro.

 

Me fui diez años más tarde porque me enamoré. En aquel momento era subdirectora de una obra corporativa.

 

Pero este último año, -han pasado más de 30 desde que me fui- he tenido más tiempo, sosiego, orden... he vuelto a entrar con más calma en el interior de mí.

 

En primer lugar he de decir a los que estáis dentro, que si por casualidad hemos coincidido y os acordáis de mí, y a los ex como yo, que por más que busco sensaciones, recuerdos, experiencias, lo que sea, no encuentro nada. Ni positivo ni negativo, excepto el recuerdo de muchas numerarias por las que sentía un gran cariño. Neus, Asun, Victoria, etc. Y también amigas a las que llevé derechitas a pedir la admisión: Pili, Carmina, etc.

 

Este es el primer motivo por el que escribo. Me encantaría volver a encontrarme con ellas. No he tenido contacto con nadie de Barcelona y no tengo ni idea de qué hacen, si están dentro, fuera.. si las que continúan no pueden hablar conmigo o si han cambiado tanto las cosas que podemos quedar para tomar un café.

 

Y el segundo motivo, mucho más serio y trágico, es que a través de esta web he conocido el sufrimiento y la desesperación que provoca esta organización en las personas que se van.

 

Considero una infamia -por la que los responsables tendrán que dar cuentas si no en esta vida, en la otra-, que abandonen a personas mayores sin recursos económicos, sin haber cotizado, sin casa, sin compañía, sin referencias ni currículum, y muchas veces enfermas. Y que no digan que tienen a su familia de sangre para ayudarles, porque después de 30 ó 40 años sirviendo a la institución, sólo insinuar que se vayan a vivir con hermanos y cuñadas, es una broma macabra.

 

Nadie puede negar este hecho. Yo lo he vivido en primera persona, pero con la diferencia infinita de que era joven y me comía el mundo. No me ayudaron en nada, aunque tampoco lo esperaba. Claro que los responsables nunca reconocerán la falta de caridad y de justicia de estos hechos. Buscan argumentos humanos y falsamente sobrenaturales, retorciéndolos hasta cambiar la verdad y justificar así lo injustificable. Se autoconvencen de su infabilidad creyéndose los delegados de Dios, quizás para poder dormir tranquilos.

 

Pero ahora mismo me pongo en el lugar de excompañeras de mi promoción, y pienso que yo podría ser una de ellas, sin más remedio que continuar, una vez muerta la ilusión, o lo que ellos llaman vocación. La única solución que tienen es vivir dentro porque irse hoy en día, según en qué circunstancias, es un suicidio. Al menos que tengan la suerte de contar con un trabajo normal o una familia excepcional.

 

Se me encoje el corazón cuando pienso que yo podría ser una de ellas. Después de 30 años quiero aun más a mi marido. Entre otras cosas porque gracias a él me fuí. Nuestros hijos son buenas personas, buenos hijos y buenos compañeros. Brillantes profesionalmente, los dos trabajan en organismos internacionales fuera de España. Yo me he jubilado a los 60,y como funcionario, gracias a la LOE, con una jubilación más que digna.

 

He leído a Fueraborda y a Kaiser y voy a demandar en el Ministerio de Trabajo a los responsables de no haberme asegurado los años que trabajé en obras corporativas y colegios de fomento. No tengo ni idea de cómo va a terminar, pero como mínimo seré un grano más, y todo suma.

 

Toda mi compasión está en los excompañeros que tanto respetaba y quería, pero toda mi indignación hacia una institución que en nombre del amor de Dios permiten por avaricia y soberbia tanto sufrimiento y dolor.

 

Un fuerte abrazo a todas, y cualquiera que quiera pasar un rato hablando en un chiringuito ante el mar o en una cafetería del barrio, sabed que aquí estoy.

 

Marta Domingo

 

PD. Para localizarme:

1968-1978

2 años Barcelona. Reina Victoria.

2 años Barcelona. Dársena.

3 años Palma de Mallorca.

2 años Girona.

2 años Barcelona y Bilbao

más o menos...

mdomigo@xtec.cat







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