Adiós Franzis.- Heidi Berger
Fecha Friday, 27 May 2011
Tema 040. Después de marcharse


Me llegó la noticia de la muerte de Franzis, una de las primeras numerarias alemanas. Tenía 74 años.

A mi entender, con la parábola de los trabajadores que son reclutados a distintas horas para trabajar en la viña, queda claro que los escalafones humanos poco importan ante los ojos de Dios. Escuché varias historias difusas sobre quién es la primera vocación alemana. De joven-niña-ilusionada por la obra pensé que "la primera" estaría entre nosotras, pero por humildad no quería que lo supiésemos. La verdad que tampoco es que me haya interesado mucho quién llevaba el trofeo de la cruz de palo. Con el paso del tiempo se acumulan las vivencias, se viven muchas partidas y tácitamente deja una de preguntar y preguntarse cosas. Ella siempre fue "una de las primeras".

La conocí hace unos 22 años en Colonia. Desde el centro de estudios fui algunas veces a ayudar a la administración en la que ella vivía. Me comentaron, como suspirando, que había sido muchos años la secretaría regional. Son cosas que quizá te "imponen" en ese mundillo, aunque el recuerdo que tengo de ella no es imponente... Por lo menos en el trato conmigo no le dio peso a su "genealogía" en la obra. La veía mayor (yo tenía 18 y ahora pienso que ella iba por los 50 y tantos) y siempre le tuve mucho respeto. Me fui de la obra tratándola de Usted....

Lo poco que compartí en la administración con ella fue muy agradable. Recuerdo por ejemplo que trabajaba con mucho ritmo para que terminásemos lo antes posible, para facilitarnos tener un poco mas de aire.

La secretaría administrativa de la residencia Müngersdorf era una señora muy cariñosa y a la par exigente, que nunca fue de la obra. A mí me parecía práctico porque con la inestabilidad de la vida de las numerarias, esta señora le daba a la casa y al trabajo con las residentes una continuidad. Nos conocía muy bien, nos "calaba" pronto...

Una tarde, hablando con ella, me comentó que el manejo y reparto de los puestos a veces en la obra era inhumano, a raíz de un caso concreto por el que estábamos pasando. Y me acuerdo que hizo un comentario "Como le pasó a Franzis! Cuando era secretaría regional era todo pleitesía para con ella. Y de un día para otro, ya sin cargo, nada".

Y esto me lo explicaba para que tratase yo con mucho cariño a una directora que había sido destituida de su cargo de una manera quizá un poco estruendosa. Me decía: no todo se lleva con sentido sobrenatural en la vida, hay que comprender las actitudes también desde una perspectiva más humana.

Al manifestar mi deseo de dejar la obra tuve ocasión de hablar detenidamente con el vicario regional. El me decía que la obra me necesitaba y yo sentía, y así lo manifesté en esa conversación, que para mí quedarme, perseverar, era como si me pidiesen enterrarme viva. (De solo pensar que tenia ¡31 años! se me retuerce el estómago) Y me salió del alma: "tengo miedo a ponerme rara con el paso del tiempo, y no darme cuenta. Tengo miedo a no ser feliz". Como me pidió más explicaciones le dije lo que veía al pasar los años: la tristeza, el cinismo o la soledad que acompañaban a "las mayores"... Lo expliqué con algunos casos concretos, con nombres.... sé que también pensé en ella.

Como ya comenté en otra ocasión, no traicioné mis sentimientos al dejar la obra. Aunque yo no entienda su camino y ellas no acepten el mío, continúo sintiendo cariño por la mayoría de las que compartí esos años de mi vida.

Quería despedirme de ella con vosotros, porque a las personas que quiero, continuo llevándolas en mi corazón.

Heidi Berger









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