Según esta nueva Carta Constitucional, los miembros de la Orden se dividen en tres clases.
-A la primera pertenecen los Caballeros de Justicia o Profesos, y los Capellanes Conventuales Profesos, que deben profesar los tres votos de pobreza, castidad y obediencia, con el fin de perseguir la perfección evangélica. Son religiosos a todos los efectos, a tenor de las normas del Derecho Canónico, pero sin obligación a la vida común.
-La segunda clase, en virtud de la promesa de obediencia, se obliga a vivir según los principios cristianos y los relativos a la Orden.
Se subdividen en tres categorías:
1.-Caballeros y Damas de Honor y Devoción en Obediencia,
2.-Caballeros y Damas de Gracias y Devoción en Obediencia y
3.-Caballeros y Damas de Gracia Magistral en Obediencia.
-La tercera clase la constituyen miembros laicos o sacerdotes, que no profesan ni votos ni promesa de obediencia pero que viven según los principios de la Iglesia y de la Orden.
Tienen seis subdivisiones:
1.-Caballeros y Damas de Honor y Devoción,
2.-Capellanes Conventuales ad honorem,
3.-Caballeros y Damas de Gracia y Devoción,
4.-Capellanes Magistrales,
5.-Caballeros y Damas de Gracia Magistral y
6.-Donados y Donadas de Devoción.
¿Cómo hacerse miembro de la Orden?
La única manera de convertirse en miembro de la Orden de Malta es por invitación. Sólo pueden ser admitidas personas de moralidad intachable y práctica católica, que hayan realizado méritos relevantes para la Orden, sus instituciones y sus obras. El Gran Priorato o la Asociación Nacional competente son responsables en cada territorio de las propuestas de admisión.
Si Álvaro Portillo, entró en la Orden de Malta, en 1963, fue por invitación del Gran Maestre de Malta o alguno de sus representantes. Sólo era necesario haber dado un fuerte donativo para entrar, pertenecería por tanto a la tercera clase de miembros. No podía ser capellán por ser miembro del opus, Tampoco estaría en la categoría de nobles, dado que en esa época, se exigía tener los cuatro primeros apellidos nobles y él no los tenía. Por lo tanto era Caballero de Gracia y Devoción (llamados así los que dan fuerte suma de dinero).
En haber entrado en la Orden de Malta, no le confiere nobleza de sangre ni derecho a ningún título nobiliario. Tiene derecho a llevar el uniforme propio de la Orden de Malta, y la cruz de dicha Orden.
Este tipo de admisión, es parecido a la forma en que se logran títulos nobiliarios dados por la Santa Sede, se da una fuerte suma de dinero para las necesidades de la Santa Sede con la condición de recibir un título nobiliario.
El haber entrado en esta Órden, sin dar explicaciones de cómo se ha entrado, a los miembros normales de la obra, o a las persona de la calle, lleva encima una enorme carga de orgullo, ya que se quiere aparentar lo que no se es por cuna, noble; por su hábito y su cruz, se ve que entra por donación fuerte de dinero; quiere demostrar que se es alguien en la sociedad, sobre todo en la sociedad romana, pues Malta, tenía su sede central en Roma, en 1963 y está desde sus comienzos, ligada al Sumo Pontífice, que es el Jefe Supremo.
Es posible que haya casos parecidos entre los miembros de la obra.
También existen algunas/os numerarias/os; supernumerarias/os, de origen español, francés, italiano, inglés y alemán, que son nobles de cuna; ostentando .títulos nobiliarios y perteneciendo a diferentes Corporaciones nobiliarias. Al ser laicos, disfrutan de los mismos derechos de nobleza que las personas nobles de la sociedad civil.
(La información sobre la Orden de Malta, está sacada de la página web oficial de dicha Orden)
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