Más recuerdos míos.- Carmen Charo
Fecha Wednesday, 20 April 2011
Tema 010. Testimonios


Hola amigos, tras la muerte de mi madre fisgoneando en cajas y albumes olvidados, me topé con esta foto de esta pobre cándida con 17 añitos. ¡Qué recuerdos!! Soy yo y ésta es la foto que conserva la prelatura en mi ficha, aunque el administrador general de la obra en España diga que no conservan nada mío. Busquen y verán como sí que está esta foto!!. Me la hice en Pamplona el día 24 de julio de 1974. La víspera me había incorporado al semestre previo al centro de estudios. Yo ya hacía dos años que había pitado pero aún no había hecho la admisión, y no podía comenzar el centro de estudios sin la primera incorporación.

Ahora pienso en aquel momento y caigo en la cuenta de que si no me pidieron que hiciera la admisión antes, o sea a los seis meses de haber pitado, que es lo establecido en los estatutos fue porque no me veían clara. Recuerdo que durante los dos años de adscrita me dirigió la misma numeraria, Mª C. R., aragonesa ella, de Burbáguena, y que creo sigue dentro. Yo quise dejar la obra en varias ocasiones a lo largo de esos dos años, pero ella siempre me presionó y condicionó. Luego seguimos cerca las dos en el propio centro de estudios, y a  mi salida me siguió en Valencia, donde ella estuvo como directora de estudios de la delegación. Me siguió pues bastantes años y me debió conocer bien.

Recuerdo cómo al final de mis años opusinos nos encontramos de nuevo en Torreciudad en una romería, y su cara lo dijo todo: ¿aún sigues dentro?. Creo que siempre tuvo claro que ese no era mi sitio (¡como no lo es el de nadie!) y que no perseveraría. Pero tuvieron que pasar 18 años, los 7 últimos con una depresión y gran sufrimiento, los mejores años de mi vida metida en un oscuro tunel...

Es curioso todo lo que me ha llevado a recordar esta foto. Directoras, sed responsables y ayudad  a vuestras hermanas a ser de verdad libres. Respetad la vida de vuestras hermanas, que cada vida es un tesoro divino y las tratais como posesiones vuestras, condicionado su conciencia y decidiendo sobre facetas capitales de sus vidas.

Yo hacía mucho tiempo que no me acordaba de esta mujer. Es más, creo que ni la nombro en mi testimonio y sin embargo ahora veo el inmenso daño que me  hizo su ceguera. Que Dios la guie y le abra los ojos para que no siga repitiendo el daño que hizo conmigo.

Hasta siempre, amigos y gracias por escucharme.

Carmen Charo









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