La Verdad os hará libres.- Perladeladriatico
Fecha Monday, 18 April 2011
Tema 070. Costumbres y Praxis


Quisiera hacer algunas reflexiones sobre el escrito del pasado viernes de “numerariactual

Hace ya algunas décadas que conozco el Opus Dei. He pertenecido al Opus Dei y tengo familiares próximos dentro. Estas circunstancias me han hecho reflexionar mucho sobre la Obra, debido a un sinfín de sucesos que me han ocurrido, todos ellos provocados, en menor o mayor medida por el Opus Dei y su falta de verdad.

Es fácil, “numerariactual”, saber porqué al Opus Dei no les gustan los psicólogos. Ellos descubrirían pronto que en la institución no se mueve la verdad y pronto la abandonarían, porque descubrirían que dentro, no son libres. Porque pronto se percibirían de que, lo que es inherente a la libertad humana, que es el “yo” del “ser” humano, no existe dentro de la Obra pues su proceder lo ensombrece y lo anula...



Como bien sabrás, en el Opus Dei no se explica ni un simple ápice de lo que va a ser tu vida, de lo que te viene encima. Si se hiciera, si se explicara, un aspirante con 14 años echaría a correr. Aún más, en los centros de estudios, lejos de afirmar el propio “yo” lo disuelven y lo poco que queda de él lo unifican con los otros “yo” de los aspirantes. Así, unifican:

1.- Personalidades
2.- Carácteres
3.- Sentimientos
4.- Horarios
5.- Alejamientos familiares
6.- “yo” triturado, vapuleado, anonadado a base de correcciones fraternas.
7.- Libertades, repitiéndote hasta saciarte de ello, que eres libre, pues no existe otra manera de tapar tu falta de libertad, más que con esta gran mentira.
8.- Mortificaciones: todo hay que ofrecerlo al Señor, pero omiten que el Señor nos quiere santos pero no mártires. Omiten que el Señor desea escuchar nuestras palabras, nuestras oraciones. Con nuestras maneras, no con las de la institución.

Si se logra sobrevivir a este bombardeo aniquilador de personalidades, todo el mecanismo posterior, todo el proceder de los directores consiste en seguir mermando lo poco que queda de tu “yo”.

Llega hasta tal punto este vaciado que, si durante este proceso, o más tarde, te pones enfermo, te arrinconan, te echan. Suerte que el fundador decía: “Los enfermos son el tesoro del Opus Dei” Un enfermo en la Obra está solo.

En tu escrito haces un llamamiento a todas los directores/as. Buena intención. Pero debes saber, y no quiero desanimarte, que la respuesta a este llamamiento seguirá siendo la obediencia a las órdenes de sus superiores. Ellos/as, son persones mandadas, programadas para obedecer ciegamente (Recuerdas: obedecer o marcharse).

En el Opus Dei no existen personas pensantes ni libres. En el Opus Dei no existe tu “yo”. Quien ama respeta, y el respeto empieza por querer al otro tal como es, con su “yo” y no con el “yo” de la institución. ANTES QUE LA OBEDIENCIA ESTÁ LA VERDAD.

Harías bien en escuchar la entrevista a la que hace referencia Agustina. Ella, que tiene larga experiencia, lo dice claramente. En el Opus Dei hay muchas personas buenas, pero la institución no cambiará. En ella hay muchas cosas que son poco o nada cristianas. Hay muchas personas buenas porqué para entrar en el Opus Dei rara vez se hace proselitismo con personas alejadas de Dios. Las personas entran para acercarse a Dios y cuando están dentro se dan cuenta de que a menudo se han acercado a Dios dejando de ser ellas mismas. ¿Esto es lo que quiere Dios? Creo que si volviera Jesucristo depuraría y mucho.

La Obra no será nunca una família. En una familia hay amor. En la Obra hay otros intereses que van por derroteros muy distintos de la finalidad cristiana que busca una familia. Hay muy poco amor en las altas esferas del Opus Dei. Sus pretensiones no obedecen a los designios del amor sino del prestigio, de los “rankins”. Se puede hallar amor en algunas persones de la Obra. Pero no en la institución. Y en tanto en cuanto se prohiben las amistades particulares, el amor espontáneo no se puede dar. Las personas pueden dar amor y amistad cuando preservan algo de su “yo”. Preserva tú el tuyo lo máximo que puedas. A eso es a lo que puedes aspirar. No aspires a que los directores/as cambien. No lo harán. Sería de “mal espíritu”.

Ama al Señor como tu sabes hacerlo, no como te lo mandan los directores; no como te instruye el Opus Dei. Delante de Dios, estáis El y tú. Es una relación dual. Dios quiere ser amado por nosotros sintiendo que lo que le decimos sale de nosotros, no sale del director. A Dios hay que decirle lo que a uno le sale del corazón en cada momento. El Señor nos hizo libres y quiere nuestro amor hacia Él de forma plena y libre. El Señor quiere que lo queramos tal como somos, no tal como nos ha hecho el Opus Dei.

Perladeladriatico







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