He leído tu escrito, numerariactual, y se me ha venido a la cabeza una situación que viví siendo numeraria, jovencita, pero con muchos años ya en la obra.

Me indicaron que iría con otra numeraria mayor que yo a la revisión médica anual que como siempre nos la haría un supernumerario médico de la ciudad.

Yo tendría unos 25 o 26 años llevando en la obra desde antes de los 15. Y fuí con una numeraria que por entonces tendría "treintaitantos" largos. Lo que para mí ya era una numeraria mayor... Además ésta había estado ya en varios Consejos locales, y era la Administradora de la casa.

Bueno, pues primero me hicieron la revisión a mí... y luego, cuando empezó con ella, y empezó simplemente a preguntarle cómo se encontraba, etc, etc... Rompió a llorar desconsoladamente. No hubo manera de que le dijera al médico por qué lloraba y ella se afanaba en afirmar que "no tenía tonterías de esas en la cabeza, ninguna", que a ella no le pasaba nada, "nada de tonterías".....

Teníamos en casa una numeraria muy enferma psicológicamente. Tanto que la directora a veces cerraba el piso con llave para que no se fuera a la calle porque se tiraba a los coches.

¿Serían esas "las tonterías" a las que se refería aquella "perfecta numeraria" que no se podía permitir que la "pillaran en un renuncio" aunque sólo fuera por agotamiento??

Tengo miles de anécdotas que se me vienen ahora a la cabeza, pero no quiero cansaros.

Creo que la vida es más simple que todo aquello.

Un abrazo a todos.

Penélope