Janabenito,

Estoy contigo, con tu sufrimiento, con tu pena, con las injusticias de los llamados “buenos” cuando todos/as sabemos cómo son. No te sientas sola.

Esas cartas que has escrito, y que has reproducido en esta web,  puede que lleguen o no a sus destinatarios, pues hay muchas personas cuyo trabajo consiste en eliminar las cartas, correos, telegramas, burófax, etc. para que el destinatario no reciba los mensajes. Pero vamos a suponer que llegan.

El Prelado actual no te contestará, pues ha dado orden –desde siempre- a la numeraria encargada de responder a los correos que le mandan, de que o rompa tu escrito o lo archive, pero que no conteste.

El Obispo de tu diócesis, sigue el mismo procedimiento, pero puede que acuse recibo y te mande su bendición y no hará nada, archivará tu carta, pues hay muchos intereses creados en los obispados y arzobispados.

El Santo Padre, ahí sí que confío que le llegue y pueda leerlo, pero sus ayudantes, que leen todo lo que le llega, miles de cartas, etc. ¿la consideraran importante como para pasársela?. En el caso positivo de que se la den a leer, ¿qué hará el Papa? Primero leerla, luego estudiarla, rezará por ti y mandará archivarla junto a muchas otras cartas que en el transcurso del tiempo han enviado muchos ex y acusará recibo y te puede mandar su bendición. Aquí al menos aumenta el dossier de asuntos contra el opus.

¿Qué te queda?. Pues muchísimo, tienes a Dios, que como decía Santa Teresa: “Nada te turbe, Nada te espante, Todo se pasa, Dios no se muda. La paciencia Todo lo alcanza; Quien a Dios tiene Nada le falta: Sólo Dios basta.”  Tienes el cariño de tu gran familia y tienes el compañerismo, la solidaridad, y el afecto de tantas/os ex que te leen, cientos. Y también tus amigos que no tienen nada que ver con la obra.

Seguirás con tu problema, pero más relajada; vuélcate con tu familia, como estás haciendo desde su comienzo, sobre todo con tu marido, vuelve a ser la mujer jovial, alegre y positiva y poco a poco te encontrarás mejor y podrás seguir ayudando a tu marido y sobre todo reza, reza… el poder de la oración es infinito.

Te mando todo mi afecto y mis rezos. Un fuerte abrazo.

Pimpinela