Mi intención es contestar a algunos de los escritos de estos últimos días.

Respecto al 19 de marzo, por favor, no os lo penséis, ¡salid corriendo, ¡lo más rápido que podáis y sin decir adiós!. Sólo me baso en mi experiencia para dar este consejo, pero dice el refrán que "cuando las barbas de tu vecino veas pelar...".

Yo padecía una depresión nerviosa (claramente provocada, pero que no voy a analizar ahora) y, en un momento dado, decidí dejar el Opus, porque pensé que era la única forma de curarme. Tan ingenua y legal fui que se lo dije al sacerdote y a la numeraria de turno, me contestaron que COMO ESTABA ENFERMA, NO TENÍA CAPACIDAD DE DECISIÓN NI RESPONSABILIDAD DE MIS ACTOS, QUE NO ERA LIBRE, que debía esperar a curarme del todo para tomar esa decisión, que mientras tanto viviera como si no fuera del Opus... Tardé más de un año todavía en marcharme. Te envuelven, te gravan la conciencia, si encima estás con tratamiento... Mi dolor es que tengo un hermano que ahora está en esa misma situación, pero yo le adelanto en 10 años de libertad. Para todos, no caigáis en la trampa, yo sólo lamento el tiempo que tardé en salir y vivir una vida normal.

En contestación a Solan, más vale una vez morada que ciento colorada, no tengas reparo en cortar definitiva y claramente con esa persona, quien debería cortarse un poco es ella, pero como cree que CUMPLE UN MANDATO DE DIOS, no se parará ante nada. Defiende tu libertad, que  es sagrada.

Colomba