Desde el 30-12-2008, día que apareció calandria en esta web, se han publicado 265 escritos relativos a ella –tanto los propios de ella como otros, numerosos, de quienes le replicaron.
Dionisio escribió una esclarecedora carta sobre esta persona, el día 06-11-2009. Vale la pena recordar su contenido.
El pasado 2 de marzo ¡del año 2011!, he podido comprobar que dos personas, “no valió la pena” y “mediterráneo” replican un escrito de calandria y, para más inri, aparece además otro escrito de esta persona. El título de ese escrito es similar a los iniciales que escribió a comienzos del año 2009. Nada original, lo que no es de extrañar.
A quienes le replican y llevan años replicando, una lista creciente de ex-miembros, me gustaría entender por qué pierden su tiempo contestándole. Les animaría a que se convirtieran en unos documentalistas aficionados por unos minutos y examinaran la larga lista de escritos que esta persona ha generado en Opuslibros. Podrán comprobar lo que dice, lo que le replican una y otra vez los ex-miembros. Y verán que no hay feedback de ningún tipo en esta persona. Por tanto, ¿Para qué dirigirse a ella?
Hay miles de miembros del Opus Dei en España, cerca de 30.000 –según afirma la propia prelatura. Son muchos más los ex-miembros. Pienso que es interesante que esos ex- que escriben aporten sus testimonios, vivencias y experiencias de lo que vieron en el Opus. Mucho más que centrar esta web en esta persona, que ha demostrado con reiteración su nula capacidad de feedback respecto a ningún ex-miembro.
Digo yo que el Opus Dei –y lo vivido por los ex-miembros- es mucho más que lo afirmado –siempre sin pruebas- por esta persona. El tiempo perdido en contestarle sería de más utilidad si se dedicase a esas experiencias. Y además contrarestarían adecuadamente sus fantasías.
Daniel_M.
Nota: me dirijo a quienes dedican su tiempo a contestar a esta persona, porque creo que sería más enriquecedor para opuslibros que aportasen sus experiencias e ideas, que centrarse en lo que esta persona dice y repite: la creencia en meras fábulas sobre el Opus que jamás acredita.
