Parece que el Opus Dei pasa por momentos de desconcierto, y no sólo por el fracaso de la política proselitista para captar vocaciones, ni por la escasez de numerarias/os, el peligro de extinción de las numerarias auxiliares y las agregadas, el cierre paulatino e incesante de centros y centros de estudios, el gran número de bajas de personal de gran valía en los últimos años, el aumento de las enfermedades mentales en los miembros célibes, la mala prensa de la institución, etc., etc., etc.

Gracias a Opuslibros se pueden comparar las distintas ediciones de los documentos secretos del Opus Dei y los bandazos institucionales que la Obra está dando en temas capitales.

El asunto de la dirección espiritual en el Opus Dei bastante comentado ha sido ya (y lo que queda).

El Opus Dei es una continua caja de sorpresas para la Iglesia y para el mundo. Resulta que también se ha modificado hasta el modo de incorporarse al Opus Dei, y así lo señala la última edición del “catecismo” del Opus Dei. Gervasio, en un interesante escrito de hace unas semanas, describía magistralmente los vaivenes de la institución en este aspecto, citando los cambios en las tres últimas ediciones del “catecismo”.

Todos los que se incorporaron al Opus Dei antes de la aparición del último “catecismo” lo hicieron mediante un contrato. En el último “catecismo” el contenido de ese contrato ha cambiado radicalmente.

¿Puede la Prelatura cambiar a su antojo, de manera unilateral, algo tan importante como es el contenido del contrato de incorporación a la Obra?

A los “miembros” se nos explicaba que entramos en el Opus Dei mediante un contrato con la Prelatura. A fecha de hoy ese contrato ha sido alterado. ¿No serán fraudulentas (y nulas) todas las incorporaciones hechas antes de 2010 porque la Prelatura ha modificado unilateralmente ese contrato y su contenido, sin negociarlo antes con los “miembros”, que también son parte interesada?

VSM