Al leer algunos de sus escritos veo el dolor causado por otros a cada uno de ustedes, pero la pregunta siempre presente es ¿por qué?, y podrán encontrar muchas razones y otras intuirlas, y definitivamente hay demasiadas contrariedades y contradicciones.

Son muchos mis años en la Obra, mas de 19 y los que faltan, y a pesar de cada tropelia, injusticia, humillación, y cualquier cantidad de canalladas, traiciones, etc, lo que sobresale es la deshonestidad, la deshonestidad personal, no la de los miembros directores, y demás asistentes (asistontos), que desde el halo de santidad escogen quien sí y quien no pertenece al Opus Dei, quien atiende y quien no participa de la organización, si eres soldado - tropa, o sargento de medio pelo. Eso no debe importar, la meta es una y todos la tenemos, dentro o fuera de la obra.

Efectivamente, si San Josémaría viviera, corría a mas del 90% (me incluyo). Se ha desvirtuado el espíritu, pero eso no es razón para no luchar por conocerlo y vivirlo.

Pero la máxima que debe regir en las decisiones personales, humanas y espirituales es "la culpa no la tiene el indio, sino el que lo hace compadre" o "el valiente vive hasta que el cobarde quiere", allí radica la libertad, la libertad de consciencia y de acción, de creer o no creer.

¿Qué harán cuando al pasar los años en matrimonio, unión libre o cualquier otro régimen que escojan, se den cuenta que la mujer o el hombre de a lado no ya el mismo (que tu en tu egoismo querías tener)?, ¿lo dejas o aprendes a lo largo de los años a no satisfacer tu yo, y si a construir un nosotros sin renunciar a tu individualidad?. Esa es la vida, qué quieres, vivir en alegria de lo bueno del matrimonio o de la vocación que escojas o huir cada vez que no te atrevas a abrir la boca y llenarte el buche de piedritas.

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