La incubación del opus.- Beni Espinosa
Fecha Monday, 28 February 2011
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


Agradezco a Ana Azanza sus observaciones. Si por favor pudiese nombrar a algun representante de la "nouvelle theologie" le estaría muy agradecido. Realmente no tengo fuentes: hablo de lo que viví en los diez años que estuve en el opus y de lo que me llega de aquí y allá. Quiero decir que no he hecho ningún estudio sistemático; por eso me dirijo a esta página, para compartir pensamientos y escuchar las opiniones de otros que, como yo, conocen el mundillo del opus de primera mano.

Por lo demás, Ana hace referencia a lo que yo quería decir. Señala que es a partir del reinado de JP II que el opus comienza a ocupar puestos en la curia. Y eso es lo que yo quería decir: que el opus ya estaba preparado para ocupar esos puestos. Ministros de Franco que desvían sistemáticamente dinero para el opus, subvenciones oficiales, MATESA,... Todas esas cosas no se podían haber realizado sin consentimiento de arriba. No se trata de actos aislados. Por eso mi sospecha de que el opus no gana terreno, sino que se le concede terreno. Ciertamente, el momento de entrar expresamente en el aparato vaticano no se presenta hasta JP II; antes hay que incubar la criatura y tenerla dispuesta, y eso requiere tiempo y dinero.

"Modernismo" es, efectivamente, una etiqueta demasiado genérica. Quizá se pueda explicar lo que entiendo por tal a partir del principio "extra Ecclesia nulla salus". Para Pío IX, fuera de la Iglesia Católica no hay salvación. La religión católica es la única verdadera. En cambio si miras, por ejemplo, a Teilhard de Chardin, SJ, al que estudiamos en 4º, en Filosofía de la Historia, verás que Dios es un "ser general", que las religiones son vías de aproximación a ese "ser general" o "cósmico": en otras palabras, que el cristianismo no es más que un modo de acercamiento a Dios tan válido como el budismo, por ejemplo (estoy pensando en Arrupe, SJ), es decir, que la Iglesia, en realidad, es la comunidad de los hombres que aspiran al bien y a la justicia, y que fuera de la Iglesia Católica hay tanta salvación como dentro. Es más, uno puede tener dificultades para salvarse si permanece dentro de la Iglesia oficial dogmática y burocrática. Ese tipo de ideas es lo que sale a la superficie tras la Segunda Guerra Mundial y va instalándose en la Iglesia burocrática. Yo diría que el documento del Vaticano II sobre la libertad de conciencia viene a decir, a fin de cuentas, que "extra Ecclesia" hay "salus". Eso destruye la Iglesia jerárquica, el despotismo clerical de Pío IX y del propio Escrivá. Por eso me refiero al Vaticano II como un "golpe de estado". Pero se trata de una victoria momentánea; seguro que el sector conservador sabía lo que se avecinaba, y según he oído, no quería que hubiese concilio. Pero no pudieron impedirlo y tuvieron que tragar. Luego vino la revancha, con JP II.

Escrivá hablaba siempre de libertad de "las conciencias", y estaba horrorizado por el Vaticano II. Sabía la que se venía encima (por él o por del Portillo, que sí era un hombre inteligente): recuerda sus "campanadas". Cuando perdió la batalla, quisó apuntarse al caballo ganador y salió diciendo que el verdadero antecedente del Vaticano II era su idea de la santificación (¿de "lo ordinario"?; ¿"del trabajo"?). Nada más lejos de Küng, Rahner y compañía, los "peritos" del concilio. La disciplina del opus no es muy diferente de la disciplina jesuíta de antes del "modernismo". En su día, Roma alimentó a la Sociedad de Jesús como baluarte ante la Reforma, y por eso estaba ahí cuando se le necesitó. Tras la Segunda Guerra Mundial; ¿no hizo algo semejante con el opus? En cualquier caso, lo que sí es claro es que nosotros fuimos la carne de cañón.

Un cariñoso saludo para todas/os,
Beni







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