Josef Knecht:

Gracias por tus palabras, justas y equitativas, de tu último escrito. Lo que tú llamas pragmatismo, otros lo denominan principio de conveniencia. Lo malo es cuando se inaplica el principio de justicia por prevalecer ese principio de conveniencia. Siempre se acaba causando daño a alguien. Tanto en el ámbito civil como en el eclesiástico.

Coincido contigo en que estos últimos años se ha revelado una crisis en el seno del episcopado, especialmente europeo y norteamericano. Ciertos hechos que han salido a la luz han sido un toque serio de atención para el cambio urgente de ciertos procedimientos eclesiales. Quiera el Señor que se salga de esto pronto y con el menor daño posible para la Iglesia.

Respecto al documento sobre datos personales al que me he referido, fue aprobado por la Conferencia episcopal española en la XCVI Asamblea Plenaria, el día 25 de noviembre de 2010.  Si vas a la nota de prensa  de la XCVI Asamblea Plenaria en la web de la conferencia episcopal, observarás que no aparece ninguna mención al mismo.  

Me comprometí a no divulgar su contenido, al que accedí hace unos meses. Si puedo decirte que es muy distinto a lo que nos expresas en tu último escrito. Y que se ha ocultado su aprobación y existencia por no tener problemas con la Agencia Española de Protección de Datos (recordarás los centenares de procedimientos administrativos y recursos contenciosos por el ejercicio del derecho de cancelación de datos personales por parte de numerosos apóstatas).

Aunque se ha ocultado a los laicos españoles, estoy convencido de que este documento –de uso reservado a los señores obispos- ya obra en poder del Opus Dei y que es de general acceso a los miembros de la comisión regional de España. Al fin y al cabo, según ellos, están "asimilados a una diócesis".

Daniel_M