Hola a todos:

Ya casi tenemos encima el 19 de marzo. Para muchos, se celebra un aniversario más de liberación espiritual. Quizá éste año nos encontremos nuevamente con la sorpresa de que varios de los afectos que dejamos dentro, han tomado la valiente decisión de marcharse. En mi caso estoy preparada para recibirles con los brazos abiertos... y varias cajas de kleenex.

Es curioso lo llorón que uno se vuelve en los dias posteriores a salir del 'dark side'. Han de ser todas las lágrimas que nos tuvimos que tragar estando dentro para demostrar 'templanza'.

Creo que el miedo a lo que puedan hacernos, es una de las cosas que nos detuvieron para salir... o que nos atromentaron cuando salimos. Ya se había encargado san Chema de echar la maldición del rejalgar a quien osara abandonar a la madreguapa. La verdad es que no pasa nada... fastidian de un hilo, eso sí no lo puedo negar, pero de que hagan algo grave, la verdad es que no. Cuento mi caso para quien le pueda servir.

Salí dando un azotón de puerta del centro, casi a finales de Agosto del 2008, pensando que era una rabieta; me dejaron tranquila hasta más o menos Octubre en el que la directora de mi consejo local comenzó a buscarme insistentemente. Varias veces le dije que ni se ocupara en perseguirme porque yo no volvería. Dejó de fastidiar unas semanas. A principìos de Diciembre volvió al ataque y me hizo algunas amenazas veladas (que se referían a irme al infierno y llevar una vida de perdición), la mandé al diablo y aproveché para lanzar yo misma una amenaza: -¡Como me entere que hablan de mí, bien o mal, ya verán de lo que soy capaz!. Enero y Febrero del 2009 el acoso se intensifica, ya no sólo me buscan por teléfono, ahora van a mi casa y tocan la puerta que nunca les abro. Son como los Testigos de Jehová, como les dejes hablar no los paras con nada.

La peregrinación de los miembros del opus a mi casa es variada. Van desde supernumerarias muy de casa, directoras, sacerdotes casi desconocidos (curiosamente nunca fue mi confesor)... y al último la directora de san Gabriel y un sacerdote muy importante de la comisión. A todos los eché con cajas destempladas y con la misma amenaza: -¿Como hablen bien o mal de mí verán lo que les pasa!.

Han pasado dos años. Nunca he sabido que me mencionen, de hecho, algunas de las de dentro me llaman de vez en cuando para saludarme y no platicamos de nada del opus. Sólo se que una vez alguien que no sabía nada le preguntó a la directora por mí y ésta le contestó que ya no iba a ese centro y que parecía que ya ni siquiera vivía en el país (sigo viviendo en el mismo lugar de siempre).

A los que pìensan salir, piensen que ellos nos temen más. Como cualquiera de nosotros contemos lo que se cuece en la olla que es del opus dei, ellos perderían mucho... dinero de cooperadores, perderían posibles vocaciones. Es por eso que digo que si te amenazan, contesta la amenaza. ¡Son unos cobardes!. No se atreven a ir de frente, y cuando tu atacas no tienen idea de cómo defenderse.

Un abrazo a todos.

Salypimienta.