Mucho se dice que si los fieles laicos son parte orgánica o intrínseca y fundamental de la obra. Que si son o no son, un lio que teólogos y doctores en derecho canónico se traen desde hace años.

Yo no tengo esos conocimientos canónicos eclesiásticos, mi formación doctrinal no pasa del catecismo para la primera comunión de San Pio X; para ejemplo, muchos en la obra me tachaban de ser simplista y casuístico.

Bajo este panorama me atrevo a lanzar la pregunta, ¿acaso el nombre oficial de la prelatura no dice claramente lo que es el opus dei?

Para los curiosos, el nombre oficial del opus es: SOCIEDAD SACERDOTAL DE LA SANTA CRUZ Y OPUS DEI. Está inscrito así en la Iglesia y el famoso catecismo de la Obra así lo reconoce también. ¿Nos dice esto un poco de qué o quiénes integran la famosa institución? Bajo un titulo así, lo que mi pobre entendimiento capta es un club o grupo asociativo para sacerdotes. Lo de ‘Y’ opus dei suena tan rimbombante como lo que el fundador hizo al modificar su nombre con lo de ‘de Balaguer Y Albas’ para que sonara mejor. Así como su nombre; Josemaria Escriba DE Balaguer Y Albas, su preciado tesoro,: la Sociedad sacerdotal DE la santa cruz Y opus dei.

Me parece que el día que los canonistas del opus quieran incluir legalmente bajo los ojos de la iglesia a los laicos dentro de la institución, deberían empezar por cambiarle el nombre al opus, por algo más apropiado como SOCIEDAD SACERDOTAL Y LAICAL DE LA SANTA CRUZ Y OPUS DEI.

Así fue aprobado, así lo reconoce la Santa Iglesia, sociedad sacerdotal, club de clérigos y poco más. Para los laicos el opus dei podría ser algo parecido al Club Rotario Internacional, que busca captar miembros con reputación y liderazgo empresarial, donde incluso allí, en un comienzo, las mujeres no eran aceptadas.

Cuando el opus paso a ser prelatura, El Papa Juan Pablo II sugirió que Alvaro Portillo fuera Obispo. La versión oficial es que Alvaro Portillo rechazó la petición del Santo Padre. La humildad de Alvaro y evitar más comentarios del mundillo que la verdadera intención de hacer del opus una prelatura era para conseguir el título de Obispo fueron motivos suficientes para rechazar la petición del mismo Papa

No sé por qué, pero siempre que el opus explica algo, es porque quiere ocultar algo más. Y este caso no es la excepción. Me atrevo a pensar y ojo, esto es solo mi suposición, que si Alvaro Portillo hubiese sido obispo desde el comienzo en 1982, la figura de sociedad sacerdotal, a cargo de manejar la distribución de sacerdotes, hubiese sido más notoria. Dejando pasar un tiempo, digamos ‘prudencial’ el concepto original que la Iglesia reconoció y lo que el opus estaba buscando se habría diluido mejor. Después de casi 30 años de ser prelatura o grupo social para sacerdotes, el verdadero sentido de toda esta maraña de jugarretas eclesiásticas no ha sido aclarada.

Naranja Agridulce