Opus Dei, secta o no.- Rocaberti
Fecha Friday, 11 February 2011
Tema 070. Costumbres y Praxis


Hola a todos,

            Me gustaría añadir mi opinión a lo que se ha ido diciendo sobre este tema.

            Cuando conocí la Obra, era una institución discutida, y por mi parte, el hecho que me hizo confiar en ella fue una fotografía de Pio XII dedicada a la Institución, pues lo que me decían me parecía muy interesante, pero sin este sello, no me hubiera fiado.

            La experiencia de estar en ella me hizo cambiar de opinión, y creo que tiene bastante de secta, ya que está cerrada en sí misma, todo se decide por una jerarquía despersonalizada -nunca sabes quién ha tomado una decisión-, explota económicamente a sus miembros, exige una obediencia ciega, a quien se integra en ella, no se le respeta como persona, ya que para ella sólo hay cosas.

            Para que dejara de ser secta debería integrarse a la Iglesia universal, no sólo a través de la cabeza, o sea curia romana y el Prelado. Debería adecuar sus normas de funcionamiento a las leyes generales que obligan a que los superiores no tengan función de gobierno en la conciencia de sus súbditos. Así pues la charla debería suprimirse como medio de dirección espiritual, los miembros de la Obra deberían recobrar una cierta autonomía espiritual, lejos de la tiranía en la que viven. Desconozco cuál es la voluntad de Dios, porque no me ha dicho nada sobre estos temas; pero no creo que al fundador le dijera mucho más que a mí, tal vez, se imaginó cosas, pero las normas generales han de estar por encima de las ocurrencias personales.

            Otro tema capital es la manera de hacer proselitismo: según mi opinión lo que muchas veces hacen, es una auténtica vergüenza, un abuso, un engaño. No se le puede decir a una cría/o que tiene vocación, porque esto no lo sabe nadie; en todo caso, debe descubrirlo el interesado. Comer el coco a la gente de esta manera clama al cielo. Que una institución que se dice católica actúen con tal desvergüenza, acosando a gente joven es grave para ellos y para la jerarquía de la Iglesia, que si no sabe lo que pasa, tiene la obligación de saberlo, o que dimitan y se dediquen a otra cosa. Sólo los mayores de edad podrían iniciar su integración a la Obra - debe suprimirse esta chorrada que se han inventado de aspirantes, ¿aspirantes a qué? También tendrían derecho a recibir una información detallada de las características de la vida de los socios de la Obra, por escrito, un librito, como la regla de San Benito; a pedir consejo a quien quisieran, y de forma especial a su familia, ya que su decisión les afectará, y a sacerdotes que no fueran de la Obra. Los plazos de integración deberían ser vividos con total libertad, de forma que si alguien antes de hacer la fidelidad dejara la Obra, se considerara como algo normal. Una vez hecha, debería existir una mayor responsabilidad por ambas partes; pero actuar siempre con la máxima caridad, y soltar un poco la cartera para ayudar a quienes por haberse dedicado a cosas internas, deben integrarse de nuevo en la sociedad.

            No es bueno que el Opus Dei de tanta importancia al dinero y a las influencias. Tal vez perdería prestigio en ciertos círculos, pero ahora, según mi opinión apesta un poco. Por lo menos olería mejor, sería más grato, menos engominado. 

            El  fundador ya se murió, y una vez muerto, han de dejarlo tranquilo, dejarlo descansar, no estar todo el día dándole traca. Él tuvo su tiempo, y ellos han de tener el suyo. Han de perder el miedo a cambiar cosas que deben cambiarse, ya que Escrivà era un hombre, no un dios. Tenía sus manías: quería que todo continuase como si él estuviera vivo, pero esto es imposible -panta rei-. Ahora pueden rezarle, ponerle flores, alguna vela; pero no pueden vivir como momias atados a un muerto.

            Un saludo.

            Rocaberti









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