Se está hablando mucho en esta web de la necesidad/obligación de pedir a la peña esa que borren nuestros datos de sus ficheros. Sin entrar en si es un derecho o una obligación, creo que el primer punto a considerar es la libertad individual de cada quien.

Habrá alguien para quien eso sea importante. Habrá otros, como comentaba Janabenito y entre quienes me incluyo, a quienes no puede importarnos menos si la peña esa tiene un fichita blanca con nuestras iniciales y las siglas y números correspondientes a cómo vivimos la entrega, la pobreza, la castidad y la obediencia, lascartasalpadre y la correcciónfraternaalasdirectoras.

Personalmente, nada me quita menos el sueño. Que les aproveche mi ficha y la disfruten. De ninguna manera, y es mi opinión personal, perderé un solo segundo de mi tiempo escribiendo una carta pidiendo algo que no me importa y que es irrelevante en mi presente y en mi futuro. Lo que podía ser relevante en mi futuro, el testamento, lo cambié a las 48 horas de salir de la peña esa. Salí un domingo, el lunes fui al Corte Inglés a comprarme 3 pares de pantalones y el martes fui al notario. A partir de ahí y como dice el tango, “nada debo agradecerte / mano a mano hemos quedado /no me importa lo que hiciste / lo que has hecho y lo que harás”.

Respeto la opinión contraria. Entiendo que el borrado de datos pueda ser importante para según quién y que se decida perseguir el tema hasta conseguirlo, ya sea a base de importunar, a base de denuncias o a base de lo que sea. Me parece fenomenal y lo aplaudo si es la libre decisión de una persona, aunque no lo comparta porque no es mi caso.

Es en cierto modo como ayudar económicamente a OpusLibros: quien quiera, pueda, desee hacerlo, que lo haga y quien no, no. Lo que sí es fundamental, a mi modo de ver, es respetar en todo momento la libertad personal y las decisiones de cada uno.

Mediterráneo