Se lo contaría todo a su mujer…- Agustina
Fecha Friday, 04 February 2011
Tema 070. Costumbres y Praxis


Se publica hoy una entrevista en el periódico Levante al sacerdote numerario Pablo Ceballos, que fue vicario de la delegación de Valencia de 1989 a 2007, a raíz de la publicación de un libro del que es autor. No he podido dejar pasar por alto una respuesta suya que traigo a colación no por el tema del celibato sino porque dice que un sacerdote casado le contaría todo a su mujer. Por lo pronto, una afirmación que deja en mal lugar a los sacerdotes del rito católico oriental y a los sacerdotes anglicanos que han llegado a la Iglesia Católica, y que tanto unos como otros pueden contraer matrimonio.

Pero lo que tiene gracia (si es que se puede llamar así) es que un sacerdote numerario diga que si los sacerdotes se casaran le contarían todo a su mujer, como si él no se lo contara a nadie. El sacerdote numerario, a quien se lo cuenta no es a su mujer sino a los directores/as. Tiene que seguir las directrices del consejo local para “atender” a un “fiel” de la prelatura e interviene en el intercambio de información que es lo que, en el opusdei, se conoce como “dirección espiritual”. 

Le recuerdo el texto del Vademecum de Sacerdotes, página 41:

“En el Opus Dei, la dirección espiritual corresponde, en primer lugar, a los Directores locales, laicos, con los que también los sacerdotes tienen su charla fraterna; después, a los sacerdotes de la Obra, a través de la confesión sacramental. Los sacerdotes saben que, para colaborar eficazmente en la dirección espiritual personal de los fieles de la Prelatura, han de confirmar en todo, ordinariamente, las directrices que los demás reciban en la charla fraterna: sólo una completa armonía entre ambos consejos asegura la adecuada dirección espiritual de las personas de la Obra.

La respuesta a la segunda pregunta tampoco tiene desperdicio. Creía yo que el verdadero sacerdote –el que tiene vocación sacerdotal–, no se ordena para tener una vida fácil y cómoda. Los del opusdei son un caso aparte. Quizá tenga algo que ver que se hicieron de la obra por no tener vocación al sacerdocio (requisito indespensable para pitar de numerario) y luego se ordenaron por obediencia y sumisión al prelado. Lo del sacerdocio real no lo enrtienden, les queda demasiado grande.

Aquí, parte de la entrevista:

[…]

- Acaba de conocerse que el Papa cuestionó el celibato en 1970. ¿Qué opina usted del celibato?

- La Iglesia pide el celibato a la mayoría de sacerdotes. No a todos, porque están las excepciones del rito católico oriental y la comunidad anglicana. Pero es que, desde un punto de vista humano, un cura casado no tendría la misma disponibilidad para el servicio de los demás. Incluso sería de menos confianza, ¡porque a la mujer se le cuenta todo! Y porque ha de ocuparse de los hijos, de la mujer o de la suegra. Pero también está el gran fondo de la virtud de la castidad. No es tan difícil ser célibe. En el Opus, de hecho, hay una minoría de laicos célibes. Y además, creo que es mucho más difícil la vida de los casados que la mía.

- ¿Por qué?

- Porque no tengo que cambiar pañales, ni ir a urgencias, ni pagar un colegio, ni se me pone enferma la suegra… No sé por qué esa manía del celibato. ¡Si es mucho más fácil que vivir casado…!

[…]

Agustina L. de los Mozos









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