La sociología recogió de la religión el concepto de secta como grupo cerrado. Para el conocido teólogo alemán, Ernst Troeltsch, el primer significado teológico de la palabra secta, sectario se refiere a la huída del mundo de los que eligen separarse de él para mejor vivir la fe pero posteriormente se acentuó más el factor de cerrazón del grupo, con una ideología peculiar, un jefe indiscutido, los fieles como súbditos y una notoria agresividad contra otros grupos. Precisamente hoy se aplica el término sectario a organizaciones que destacan por su agresividad, sean civiles, políticas o religiosas. La única secta religiosa pacifica conocida son los Amish, que viven una vida rural en América y no quieren mezclarse.

Hoy más de tres teólogos y algunos sociólogos caracterizan al opus como secta, y yo haría hincapié en esa agresividad del grupo que se hace cada vez más patente en su historia. Las gentes del opus, incluso Escrivá cuando yo entré, eran humildes, tolerantes, pacíficos; hoy son agresivos y su ejemplo principal es Javi, el actual jefe, al que siempre conocí enfadado con alguien o algo en nombre de la casa.

Alberto Moncada