Visión del Opus de una Supernumeraria.- Leles6
Fecha Friday, 14 January 2011
Tema 010. Testimonios


Visión del Opus de una supernumeraria

Leles6, 14 de enero de 2011

 

La idea general de l@s numerari@s era que l@s supernumerari@s éramos de segunda clase y que no nos enterábamos de nada. Y en cambio entre nosotros lo que pensábamos era que l@s numerari@s estaban en el limbo. Nunca consideré que las supernumerarias fuésemos las segundonas.

Mi marido y yo nos casamos muy jóvenes. Por motivos de trabajo nos fuimos fuera de nuestra ciudad a vivir. Entre el trabajo, el circulo, la charla, el apostolado, el retiro mensual, la confesión semanal, las actividades a las que había que arrimar el hombro el fin de semana, recuerdo el principio de mi matrimonio con auténtico horror…



Veía más a mi marido siendo novios que de casados. Sobre todo teniendo en cuenta que nosotros al terminar de trabajar y a diferencia de l@s numerari@s, no teníamos a nadie que nos hiciese la comida, ni la cena, ni el desayuno, ni nos limpiase la casa. Y entre otras cosas, había que buscar una parroquia para hacer el pino y asistir a la Misa diaria, ir a la compra, hacer las normas etc., etc. Mientras no tenías hijos y con tal excusa (yo no sé como harían las demás para tenerlos)… te “invitaban” a participar en tal sesión para hacer bulto, ir a la conferencia de no sé quien para dar ambiente… una “m” porque para “ell@s “ tienes todo el tiempo del mundo… como todavía no tienes niños… y cómo vas a protestar, a quien le importa que estés recién casada… “Mira a fulanita, con 9 hijos y no se pierde una”…

Esa es la vida de una supernumeraria. Se la exprime como una naranja mientras no tiene hijos, que después ya le exprime la vida misma, así que para unos mesecitos que una tiene mientras no se embaraza y que de puertas para fuera resultan idílicos… pues si perteneces al Dark side… olvídate, serán inolvidables pero en el mal sentido.

Después para los supernumerarios el año se partía en dos, antes de Navidad donde empezaba el bombardeo de buscar fechas para “el curso de retiro” y el verano, donde empezaba la cantinela de la “convivencia”. Para un matrimonio que tiene un mes de vacaciones al año no os imagináis el infierno que es eso. Mientras no tienes niños pues del mes disfrutabas una semana, porque después de pagar los 400 euritos por persona es decir 800 € que suponía la convivencia, ¡cómo para ir de mucha vacación! Y después ya con los niños en casa… ¿quien pensaba en el mes de vacaciones? ¡Si era preferible estar trabajando! Te pasabas 7 días de tus vacaciones sola encerrada en casa con los churumbeles mientras tu maridito se ausentaba a su convivencia, ante las preguntas indiscretas de vecinos, amigos y familiares, que pensaban lo peor…pero ¿qué se les dice cuando preguntan ¿dónde esta tu marido?… ¿que te ha dejado para ir a rezar con sus amigos durante más de una semana? Y cuando vuelve, se queda él con toda la tropa y entonces te vas tú con tus amigas fraternas a que te frían a correcciones fraternas mientras te muerdes las uñas pensando cómo estarán los niños… ¿Estarán llorando?, ¿fulanito les hará bien la comida? ¡ay! que no sabe dónde le dejé la muda, etc, etc. Y los 15 días siguientes de tus merecidas vacaciones (ya con churumbeles) a pan y cebolla…. Os podéis imaginar… sin un duro y otra vez a empezar.

Sinceramente un supernumerari@ es como un talón al portador para la Obra.

A mí nunca me preguntaron cuánto pagaba de hipoteca. Pero yo, además de la mía, tenía que colaborar con la del centro. Mis gastos eran mi problema pero los suyos también. Si mis hijos no me dejaban dormir era mi problema, pero si a ellas se les había roto la estufa de su casa también era mi problema. Siempre era pedir, pedir y pedir… y después les tocaba el turno de pedirte a los hijos.

Entre pagar colegios de fomento, aportaciones, retiros, convivencias, flores, etc., etc., ¿qué le queda a un matrimonio normal para vivir, sin contar con sus propios gastos?

La mayor parte de las que estaban conmigo que, como yo, ya no están, no teníamos a nadie que nos ayudase en casa. Era imposible, ya no teníamos para eso y, al final, pues ¿qué haces? Piensas que si cuando repartieron los cerebros en el cielo tú llegaste tarde… porque de tan tonta ya más no se puede ser, ¡¡y puerta!!

Hasta otra,

Leles6







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