Recuerdos de hace muchos años. (9).- Pimpinela escarlata
Fecha Wednesday, 12 January 2011
Tema 010. Testimonios


Numerarias variopintas en un centro de estudios

 

 

En los centros de estudios, duren seis meses, un año o dos, suelen repetirse las mismas cosas o circunstancias.

 

Hay numerarias para todos los gustos, procedentes según los años, de su misma ciudad, de otras provincias, incluso de otras regiones.

 

Al frente de cada uno, solía estar una numeraria experimentada según las directoras, con su consejo local y varias numerarias más jóvenes que ayudaban en las tareas de formación de las jovencitas o menos jovencitas que hacían su centro de estudios...



Te encontrabas numerarias desde los 18 años hasta los 30-35. Esto era sobre finales de la década de los 50 y década de los 60 y mitad de los 70.

 

Durante el tiempo que duraba dicho centro, había situaciones pintorescas, que demostraban la gran formación, de las directoras; vamos que si trabajasen en una oficina, universidad, etc., serían despedidas por negligencia y falta de idoneidad.

 

Existían las numerarias que sólo tenían la admisión y se les había olvidado a las directoras que tenían que darles las clases para poder hacer la oblación [Programa de Formación Inicial, B10, II] y luego surgían las prisas; las que no sabían que varias numerarias tenían novio y se veían con ellos, poniendo de excusa que era su hermano y que venía a visitarla (como es lógico tuvieron que irse, pues no dejaban al novio); las que no servían para numerarias y acababan de agregadas o supernumerarias (demostrando la incapacidad manifiesta de las directoras del centro de donde provenían); las que no tenían aptitudes para estudiar y no podían hacer los estudios del bienio de filosofía y tuvieron que irse por falta de capacidad intelectual; las que eran tremendamente infantiles, que también tuvieron que irse; las que acababan de dejarse con el novio (estaban entre los 25-30 años) y enseguida las enviaron al centro de estudios pero estaba claro que no tenían vocación de numeraria, etc.

 

Siempre se dijo que el centro de estudios era para seleccionar las vocaciones, para formarlas, pero qué casualidad, que las mejores, las que cumplían todos los requisitos, se fueran marchando con el tiempo, cada una con distinta velocidad de salida: andando, bicicleta, coche, tren, avión, concorde, etc.

 

Y lo mejor era cuando se iba una de las directoras. Eso era ya para nota. ¡Dios mío, en qué manos hemos estado! Todo era una cadena de incompetentes desde el punto de vista humano y sobrenatural.

 

Hasta pronto

Pimpinela escarlata

 

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