La seguridad en mí misma me salvó de las garras de las directoras.- Calandria
Fecha Wednesday, 05 January 2011
Tema 010. Testimonios


La angustia es un “estado natural” dentro del Opus Dei, y además un estado necesario del ánimo. Es “normal” angustiarse, porque el Opus Dei funciona a base de angustia. No es extraño entonces que la mayoría termine enferma, con diversos trastornos.

Esta frase de EBE en su escrito del 27 de diciembre, “¿Depresión o Angustia?”, que he leído con detenimiento, es clave. Es cierto, yo solía angustiarme con mucha frecuencia, hasta que llegó un momento en que comencé a preguntarme el por qué de esa actitud, si yo no veía una verdadera causa de angustia. Comencé a darme cuenta que mis angustias provenían al verificar el modo equivocado de hacer las cosas a mi alrededor. Llevo aprendido lo que es el Opus Dei en esencia, tal como me lo enseñaron (o tal como lo aprendí yo) y debió de ser una gracia de Dios muy grande la que me hizo ver la Obra como la sigo concibiendo: magnánima, respetuosa de mi libertad, en la que en primer término vive la caridad…. Y todas las cosas positivas con que la adorné y sigo adornándola aún cuando me doy cuenta de que lo que se vive y viven conmigo es todo lo contrario. Considero que son equivocaciones de las personas, me considero conocedora de un espíritu muy bueno que viene aguándose por tanta equivocación.

El proceso de “desangustiarme” ha sido un proceso largo, largo y aún hasta ahora debo de sufrir mis pequeñas batallas para no dejar que el sentido de culpa (causante en buena parte de mis angustias anteriores) se instale en mí nuevamente. Es la seguridad en mi misma (que en definitiva es la seguridad que Dios me da) la que me salvó de “las garras de las directoras” (suena mal pero es así), siempre tratando de que acepte sus argumentos que cada vez van teniendo menos fuerza y siempre tratando de rechazar mis puntos de vista aún cuando en el fondo me dan la razón pero no lo reconocen.

Bien, agradezco a EBE por haber escrito ayuda para reforzar mi situación. Cada vez me convenzo de que no me vuelto loca porque Dios es grande pero sí he sufrido mucho, ese sufrimiento me ha curtido, me ha enreciado y aún más, me he demostrado que puedo seguir, permanecer, perseverar en esta vocación que Dios me regaló y con la que estoy infinitamente agradecida.

No es masoquismo, no es ceguera, no es locura es simplemente un punto de vista distinto al de los ex y al de muchos in.

Con cariño, les deseo un FELIZ AÑO 2011!!

Calandria









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